Publicada la portada del CD2 de "My book of life" llamado "I know, you don't" por Francis Taza


Como portada del segundo disco de este proyecto llamado, "My book of life" llega el titulo "I know, you don't", que también le da titulo a una de las canciones. 

Si en la anterior portada hicimos un viaje por casi todas mis pesadillas, casi todos mis miedos, en esta me centro en la manera en que lo oculto, en la manera que supe hacerlo, en la manera que me hicieron hacerlo, no se si por vergüenza, por miedo, pero creando una mascara donde nadie jamás vería mi interior.  Nadie jamás pudo asomarse, fue un blindaje total, donde con esa mascara siempre estaba feliz, siempre me iba genial, siempre estaba bien, pues bien, ya que hace poco comencé a contar, pues para nada era así y para saber mas tendréis que escuchar los discos al completo. 


 
Si en el primer disco "Injustice's Sting" hay canciones que hablan de aquellos amargos traumas infantiles, la perdida de mis padres, la llegada de amigos importantes que me han ayudado, la salida de otros, la llegada por fin de mis sueños, el agradecimiento a tantas personas que me ofrecieron su amistad y apoyo y alguna melodía bonita para mi familia, en este segundo disco "I know, you don't" hay un viaje de emociones que va para atrás y para adelante de un momento a otro, temas que tratan la depresión, sus causas y sus consecuencias, la fe en quien se aleja de ti, el peso de la culpa de todo lo que ocurre a tu alrededor, el imaginar que hubiera pasado, el querer volver al pasado para reparar tanto dolor, tristezas y llantos, llantos y tristezas, un viaje buscando la paz, mis miedos, un poquito de mas amor y la sanación a través de la música.

Este viaje, este trabajo me ha servido para decir "te quiero", "lo siento", "Te echo de menos", "gracias", "Adiós" y "gritarles a los malos", pero no me ha dejado de abandonar el odio por esas personas que me hicieron tanto daño. He llorado mucho y sigo haciéndolo, hay cosas que aun contándolo, si , me ha valido para sanarme un poco, pero no quedo aliviado de aquellos dolores mas acentuados.

Muchas de las canciones han nacido tras vivir una situación, como "Fear" o de un simple paseo y revivir en ti cosas que veías o leías, cada momento de tu vida te lleva años atrás, eso si lo he vivido tal cual y de ahí nació "Rooms of memory", o de una conversación con un amigo, donde hablando de mi vida y sin saberlo me da titulo para canción y discos "My book of life"

Es un trabajo con el que pretendo ayudar y querer poder sanar a personas en depresión, que vean una salida tal como yo la estoy viendo ahora, busca algo que te haga feliz, intenta lo que quieras hacer, créetelo, si no sale a la primera ¿para que están las segundas o terceras? las que hagan falta. 

Rodéate de buena gente siempre, esto es muy importante, siempre. Ya te llegaran esas personas especiales, por que no siempre vienen de uno en uno, yo tengo que agradecer el haber encontrado en el trabajo un hogar, todos y todas son buenos amigos y amigas y en la calle igual, ya te llegara ese gran amigo/a y lo mejor de ello, lo veras venir de frente y será para quedarse. 

El disco que trata de ayudar, también sirvió para ayudarme a mi mismo, si bien, ya alguien me dijo que escribiera mis problemas justo después de empezar a contárselo todo y de ahí nació la idea de escribir canciones y justo después de esto me hablan de la app que te pone música y te las canta, pues ya esta , a soltar, que ya era hora de sanar, esta ha sido mi auto-terapia. 

Este disco también es una llamada de atención, la depresión tiene siempre una cara mala, muy mala y va muy de cerca con esta enfermedad, y ya lo aviso en una canción, no nos abandones, una llamada de atención a ti, no me cansare de repetirlo.

Mas cositas contare con la salida ya del disco en si, ahh, creo que hare una pequeña tirada de vinilos por si alguien se apuntara. 

Y todo esto ira a beneficio de una asociación con la que estoy teniendo conversaciones para cerrar con ellos, por lo que el nombre pronto lo diré. Todos los beneficios ganados con la venta de música online o física y si se hiciera el directo todo iría para ayudarles a ellos.


Gracias.


Francis Taza

El mejor y más potente formato de ‘Metal Beach Festival’ del Sur de Europa, tronó cálidamente, amenizado con aires del Mediterráneo, para afianzarse: 'Sun & Thunder', 17,18 y 19 de julio 2025 - Recinto Marenostrum Fuengirola (Málaga). [Parte III]


Sábado 19 de Julio de 2025

Tras iniciales brutales descargas programadas, de bandas incombustibles, luchadoras como las que más y muy presentes, en cualquier festival que se precie, como el que terciaba; tales como: Brutal Thin’ y con su peculiar Crossover metálico, entre Hardcore y Thrash, con muchos elementos de fusión y ricos matices en su música. Irían saliendo a escena, auténticos currantes infatigables del Metal estatal, como los siempre asiduos y bienvenidos, por tierras andaluzas, los madrileños Ciclón y su efectivo Heavy ochentero; o la experimentada banda granadina Azrael. Que como el que no quiere la cosa, se van labrando disco a disco, gira a gira, un lustroso nombre, cada vez con mayor peso, en la escena del Rock más potente que nos ocupa…

Nos pudimos dejar caer con premura en el ‘Sun Stage’, en la descarga de Daeria. Ya de forma más calmada y aguantando el sofocante calor y ‘solanera’ insidiosa y ardiente como el infierno de Dante, en donde había muy pocos espacios a la sombra o carpas para protegerse. Pero bueno, la idea era un poco ir hidratando el cuerpo constantemente a base de refrigerios bien frescos, comiendo poco a poco, para ir reponiendo energías perdidas, en estos tres tremendos días; y de camino, si ya te ibas imbuyendo del ambiente excepcional, de la jornada de clausura del ’Sun and Thunder Fest’. Pues mejor que mejor. Daeria, es una alineación catalana de experimentados músicos, que iniciaron su carrera musical , en la formación de Hard Rock y Heavy Metal, Döria, hasta iniciar esta nueva etapa. Lo que nadie nos esperábamos, fue la ocurrencia de salir con pistolas de agua, y lo bien que vino, a todo aquel que estaba cerca de las primeras filas. En donde el público más festivo y con ganas de divertirse a tope, más propio de un ‘Canela Party’, en donde disfraces y bromas así forman parte de la idiosincrasia del evento. Vino muy bien, por un lado, para sacar las sonrisas de los asistentes, ante todo hay que decirlo, una muy buena y ‘refrescante’ actuación. Presentaron su último trabajo hasta el momento, ‘Morfeo’ de 2023. Y allí la verdad, nadie caería en los brazos del hijo de Hipnos. Más bien, todo lo contrario y siguiendo la tónica general, de otras bandas que descargaron en el castillo, todo el mundo se quedó con ganas de más. Si hubo una pauta a seguir, entre el continuo y sano ‘pique’ de ir deambulando de un escenario a otro; aunque en determinados casos, las actuaciones sólo pudiéramos disfrutarlas o recogerlas de manera parcial. Hizo que cada tema o bloque de los mismos, que descargaran las consiguientes bandas, se vivieran más intensamente, con independencia de conceptos; tales como, escenario ‘principal’ o cabezas de cartel. Todos absolutamente, se ganaron cada centímetro del escenario, que pisaron con independencia, de si era en un escenario u otro. Ya fuera asaltando como huestes ávidas de Metal y Rock potentes, en las inmediaciones del castillo de Sohail, en el ‘Thunder Stage’ o arribando y desembarcando en el ‘Sun Stage’, desde las orillas del Marenostrum. Precisamente, tocaba correr, que cantaría el bueno de José Carlos Molina de Ñu; que por cierto, molaría verlo, en un marco inmejorable, para una banda como Ñu o por qué no, también de paso, nos encantaría ver a Jethro Tull de Ian Anderson y Cia, metidos en faena, con sus sones atemporales y críticas irónicas o ácidas metáforas medievales, traídas con maestría a la actualidad, en el castillo de Sohail. Y sí que tocaba apresurarse al ‘Sun Stage’, para ser testigos de la portentosa elegante descarga y muy técnica propuesta, de la formación finlandesa, Wheel. La interesante y curtida banda procedente de Helsinki, venían presentando ‘Charismatic Leaders’ (2024). En donde la Metal Progresivo, te atrapa sin más, con toques muy experimentales y por momentos, ejecutaban recursos y conceptos muy variados, más propios de la fusión e inmersión en campos de Alternative Rock o hasta la música conceptual, entronizada en el Doom Metal, más hipnótico que se hace hoy día. Quizás estas sensaciones, fruto de la riqueza musical que atesoran sus miembros: en donde sobresalen James Lascelles, su indiscutible líder, vocalista y guitarrista, muy bien acompañado, en todo momento, por el magnífico guitarrista solista, Jussi Turunen. Y la potente, cadenciosa y milimétrica base rítmica, formada por el bajista Jere Lehto y el batería Santeri Saksala. Ofrecieron un espectáculo sobresaliente y muy en sintonía, con toda la estupenda cantera nórdica, o de tierras finlandesas, que como siempre dejan el pabellón bien alto, cuando se trata de Metal de alto octanaje y lo que viene a ser siempre una buena y segura apuesta.     

De nuevo, nos apresuramos a subir hasta el castillo, todo lo que pudimos, pero sólo pudimos llegar al final de la actuación de Blackbriar, en el ‘Thunder Stage’. Una propuesta procedente de Países Bajos, que se movieron por terrenos un tanto sinuosos, pero muy atrayentes a la vez. Explorando sonidos del Metal más alternativo, con toques Góticos y soberbias propuestas melódicas y de Hard Rock, fusionado con Metal Sinfónico. Ya en pleno bloque final de canciones, se estaban despidiendo, con temas como: ‘Cicada’ (‘A Dark Euphony’, 2023) o para espectacular y majestuosa despedida con el temazo ‘Until Eternity’ (‘Fractured Fairytales’, 2017). Con una inconmensurable, presencia y personalidad, rebosante de carisma y halo de misterio, por parte de su líder y vocalista Zora Cock, en su ceremonial y fabulosa actuación, que dejó al público totalmente cautivado.

En el ‘Thunder Stage’, aguardaríamos la descarga, del siempre animoso y contundente Power Metal melódico de los germanos Freedom Call. En donde brillaron todos, pero siempre destacando su líder vocal y guitarrista rítmico, Chris Bay. Mientras, Lars Rettkowitz, hizo lo propio y las delicias del público, a las seis cuerdas. Con la base rítmica, muy conjuntada, al más puro estilo Blind Guardian o Gamma Ray, no dieron tregua, entre tema y tema, llevando en volandas al público asistente, que no paró de corear, vibrar, saltar y aplaudir en una actuación, que siempre es de agradecer. Venían arropados con la lona, perteneciente a su último trabajo discográfico publicado ‘Silver Romance’ de 2024. De donde extraerían para su descarga, en los compases iniciales, los fenomenales temas ‘Silver Romance’ y ‘Out Of Space’. Nada más presentarse, Chris Bay, muy simpático, dedicó unas palabras en castellano, en forma de saludos dirigidos a Andalucía: ‘Hola Andalucía, ¡Qué pasa! ¿Todo bien?’. Abrió con el tema 'Hammer Of The Gods' (‘Master Of Light’, 2016). Para a partir de ahí, montarse la de Dios, en lo alto del castillo. La fiesta no cesó un instante y el continuo feedback con el público, parece que retroalimentó el ánimo de los músicos. Que ya de por sí, suelen tener la predisposición de hacerlo pasar bien, pasándoselo ellos fenomenal sobre el escenario. Dicha filosofía y dinámica, iría ‘In crescendo’ en ambos sentidos. Antes de ir llegando el tramo final del bolo, no podían faltar temas como 'Warriors' ('Eternity', 2002), ‘Metal Is for Everyone’ ('Master Of Light', 2016) o 'Land of Light' ('Eternity', 2002). La verdad, que fue una actuación muy completa y enérgica, como era de esperar, en una banda que sabe mantener el espíritu de fiesta desde que comienzan las primeras notas, hasta sus últimos arpegios. Toda una clase magistral de Power Metal al más alto nivel, sólo al alcance de masters como Helloween o artistas coetáneos anteriormente referidos. Por cierto, éstos últimos, muy reivindicados por el público del ‘Sun & Thunder Fest’, ojalá podamos disfrutarlos en futuros ciclos o ediciones, ahora que están de celebraciones y aniversario.


Para cuando se iban a pisar la actuación de los históricos Uriah Heep y los histriónicosTankard. Tuve sentimientos muy encontrados, como hacía tiempo no los tenía. Y es que siempre me he considerado muy ecléctico y sí, no sabía como iba a solventar dicho problema. Si asistir a un concierto de unas leyendas tan influyentes, como las huestes comandadas por el virtuoso e incombustible Mick Box de Uriah Heep. O la siempre atractiva, contundente y divertida propuesta de uno de los principales puntales del Thrash Metal alemán y europeo, Tankard. Tuve que conformarme al final con una particular estadística temporal, quizás vi muchas más veces en directo, a la banda británica, originaria de Londres, Uriah Heep. Y encima, tenía más fresca una última gran actuación, junto a los no menos históricos de la NWOBHM, Saxon y Judas Priest, en la gira "Invincible Shield Tour Europe 2024", del pasado año, más concretamente en Barna y que fue simplemente, como volver a los ‘Monsters of Rock’ de antaño. Supongo, por lo que hablé con más amigos y asiduos de festivales, involucrados e inmersos en la militancia rockera, ya sea altruista o pasionalmente o por labores de curro, relacionadas con la misma, como Carlos J. Molina (merchandising) o Jorge ‘Helloween’ (agitador cultural y organizador de incontables viajes), éramos muchos más los que nos debatimos, hasta última hora, cómo hacerlo. Sí claro, yo pensé pues decisión salomónica, ¡y un jamón de pata negra! Una vez, estuve en las primeras filas, cercano al foso de prensa y comenzó la actuación de Tankard, ya no me pude mover de allí y a duras penas, conseguí llegar, para la finalización del concierto de Uriah Heep. En fin, cosas del directo y de las programaciones, de los grandes festivales, no se puede contentar a todo el mundo. Lo cierto, es que el recinto del castillo de Sohail, estaba petado, hasta la bandera, como recuerdo haber vivido, en pocas ocasiones, otra actuación similar, ya fuera en un ciclo o festival, en el recinto en cuestión, habilitado fenomenalmente por Marenostrum. Sí recordaba, bastante completo o casi completo, el aforo, pero como ese día, ni por asomo. Había ganas de Tankard y ya la suerte estaba echada. Aquello era una olla a presión controlada, para que fluyera y se cocinara en breve, el mejor Thrash Metal europeo e internacional del planeta.

La juerga ‘trallera’, regada por la birra germana, procedente de Frankfurt, estaba servida. Sólo había que dejarse llevar por los ritmos endiablados, de la banda alemana puntera e histórica del Thrash Metal germano. Con su contundente propuesta y el humor siempre por bandera, nos obsequiaría una descarga brutal que hizo historia. El honorífico título que ostenta, junto a sus compatriotas Destruction, Kreator y Sodom, como parte del elenco de ‘los 4 ases’ o ‘grandes del Thrash metal alemán’. Lo dejaron bien claro, desde el comienzo de su actuación, a pesar de su aire desenfado total. Y por haber, hubo hasta homenajes ‘made in Tankard a Ozzy Osbourne. Con baile del cantante Andreas Geremia y alguien con atrezzo y máscara incluida, en alusión directa al siempre querido y recordado ‘Príncipe de las Tinieblas’ y el Heavy Metal.  El escenario estaba adornado con elementos del título emblemático ‘King of Beer’, dedicado a su amigo del alma y el Alien y disoluta icónica mascota de la banda, haciendo alusión al recopilatorio lanzado en 1990, ‘Hair Of The Dog’. Sonaron temas emblemáticos desde sus comienzos en los ’80 y ya discos y éxitos cosechados, más recientemente, pero igual de buenos, que el lúpulo de cerveza, que riega los devaneos de los cuatro fantásticos de Franfurt.

Temas de sus comienzos y clásicos de la banda como: ‘The Morning After’ ('The Morning After', 1988), ‘Chemical Invasión’ ('Chemical Invasion', 1987) o ‘Zombie Attack’ ('Zombie Attack', 1986), no podían faltar, en el repertorio festivo-cervecero, de Thrash y diversión por un tubo, que hizo que la peña, no parara de corear y bailar, durante toda la actuación.

Para el tramo final, decidieron dejar, material más reciente, de su prolífica y pletórica carrera musical. En donde la diversión, va siempre por delante, con estos auténticos showmen, que funden conceptos futbolísticos, de Rock y de humor, a raudales. Temas como, ‘Beerbarians’ ('Pavlov‘s Dawgs', 2022). Para la finalización del último tramo de concierto, dejaron, dos himnos del ‘despiporre’ y autohomenaje, en donde la palabra narcicismo, pierde todo el significado. Pasando éste, a un plano estrictamente de buen Thrash Metal, el bueno y verdadero, como dejó claro, también el primer día de festival, sus compatriotas de Kreator. Fue el momento de catarsis y fundirse la banda con los coros a pleno pulmón de ‘A Girl Called Cerveza’ ('A Girl Called Cerveza', 2012) y su pegadizo estribillo ‘A girl called cerveza / Is trying to cheat ya / Is trying to trick ya / A girl called cerveza’. Y ya el cúlmen, llegó con el riff machacón y reconocible del tema emblemático ‘(Empty) Tankard’ ('Zombie Attack', 1986). En donde el espíritu del ritmo acelerado bombo-caja, hermanan los conceptos Punk y Thrash, más aguerridos y se podían dar la mano, como antaño. Y como no, la cerveza siempre presente, esta vez invitando a otra bebida espirituosa, que casa muy bien con la misma, en ocasiones especiales, el whisky. Nuevamente, público y grupo, se fundieron en un único grito de celebración y jolgorio: ‘We wanna drink some... Whiskey / We wanna drink some... Beer!’. Se despidieron visiblemente muy emocionados y agradecidos, por la gran respuesta de los fieles fans congregados allí y que pudieron disfrutar y ser testigos de una de las grandes actuaciones del festival, a pesar de los horarios, retrasos y polémicas varias.

Y nos pegamos un ‘sprint’ que casi hacemos la famosa croqueta, que no vimos este año hacer en la rampa, como sí ocurrió en el ‘Rock The Coast’. La verdad, si hubiera habido lugar a hacerla, premeditadamente, o de manera accidental, podría haber sido en este descenso a toda máquina, para poder disfrutar al menos el último tramo de Uriah Heep. Y que éramos bastantes, los que pensamos lo mismo y tratábamos de emular la proeza. Afortunadamente, llegamos enteros y con tiempo, para disfrutar de auténticos himnos del Hard Rock, de todos los tiempos.


Uriah Heep, es un nombre fundamental en el desarrollo del Hard Rock y el Heavy Metal, que influyó a varias generaciones. Y no sólo se ganaron el respeto de grandes bandas coetáneas de la etapa final de los ‘60 y toda la década de los ’70. Sino que, grandes artistas de renombre, siempre han manifestado su admiración, hacia estos talentosos pioneros de la música más de vanguardia en su tiempo. Y que incluso, bandas de décadas posteriores, siguen rindiendo homenaje con sonados ‘covers’, como por ejemplo Ensiferum, que sin ir más lejos, descargaron en este festival; o en el caso estatal, artistas como Sherpa, haría lo propio en los ‘70.

Mick Box, leyenda viviente de las seis cuerdas, único miembro fundador en activo, se marcó un extenso y técnico solo de guitarra, al alcance de unos pocos privilegiados dioses del Olimpo. El tema en cuestión, fue la extensa composición de corte progresivo clásico de los ’70, 'The Magician's Birthday' ('The Magician's Birthday', 1972). Un disco que en palabras del propio Mick Box: ’reflejó el auge de la banda en aquel momento. Siendo una respuesta a su intensa gira, tras el álbum anterior, 'Demons and Wizards' y del mismo año’. Con motivo de las cajas y remasterizaciones, especialmente supervisadas por el propio ilustre guitarrista, que han ido publicando, durante estos años, discográficas como BMG y Sanctuary Records. Con lo cual, nos podemos sentir bastante afortunados y privilegiados, por haber sido testigos de una recreación en vivo de aquellos años, que supera con creces los 50 años de creatividad y genialidad, a la par. Con la fuerza y la potencia del directo, sin aditamentos, sólo música excelsa, para paladares y oídos exigentes.


Y si hablamos de historia, la que sonaría a continuación, tras la intro muy reconocible en los primeros acordes, fue nada más y nada menos que la bella y contundente 'Gypsy' ('Very 'eavy... Very 'umble', 1970). Incomprendido, en su momento, se puede considerar sin duda, un disco muy adelantado a su época, ejemplo precoz de Heavy Metal y de la historia de la Música con mayúsculas. Lamentablemente, se nos fue hace muchos años el elegante vocalista David Byron, pero cantantes que fueron pasando por el line up de la banda, al igual que decenas de otros fabulosos músicos, también tristemente desaparecidos. Mantuvieron siempre vivo a este gran animal indómito. Bernie Shaw, cantante, desde hace años, que bien ejecutó vocalmente los temas, con tal sensibilidad y calidad, que es de poner los vellos de punta y emocionar, especialmente a la gran cantidad de incondicionales que estábamos presenciando los últimos compases, de toda una institución e historia viva del Rock, que siempre será vanguardista y cuyo heraldo, la imaginación, los mantendrá en la memoria colectiva, pasen 50 o camino de los 60 años de carrera, que se dice pronto.

Con otro tema extensísimo ‘July Morning’ ('Look At Yourself', 1971) de otro gran disco de los comienzos heroicos y vitales, que sentaron las bases musicales, que luego revisarán, artistas como Meat Loaf o Alice Cooper y muy reconocidos por sus propios compañeros de profesión de cualquier generación. Un tema que rezuma poesía pura y revive el a veces denostado, injustificadamente, espíritu Hippie. Cuando la búsqueda de valores, que merecen verdaderamente la pena y el mismo sentido de nuestra existencia, basándolo en el motor del amor. Debería ser ya de por sí, un proceso natural y de normalización. Pero claro, ya sea en política, filosofía o sociología, todo lo que sea contracultural y revolucionario, hay que apagarlo, no sea que cunda el ejemplo.

Uriah Heep, en el formato festival, siempre es un valor seguro y se crecen, no sé si porque invocaran a aquellos fulgurantes e históricos años. O porque sencillamente, está en su ADN, rebosante de genialidad, humanidad y sencillez. Porque si hay un denominador común, es que cuando más grandes, más humildes suelen comportarse y hasta el punto de llegar a mezclarse entre el público y fans asistentes, para comentar e intercambiar impresiones. Les costó bastante despedirse de un público que quería más.

Para los bises, volvieron al importante y crucial año 1972, esta vez, haciendo referencia a los discos claves en su carrera 'The Magician's Birthday', con el setentero tema ‘Sunrise’ y el super hit e himno intergeneracional ‘Easy Livin' del álbum 'Demons & Wizards'. Canciones siempre agradecidas por fans de varias generaciones, que allí nos agolpamos, para despedir intensa y calurosamente, a toda una institución y leyenda fundamental del Rock.

Entre recesos, nos íbamos encontrando a personal y amistades, muy involucradas en la escena musical local, el historiador y musicólogo infatigable, Fran J. Reyes o como el virtuoso guitarrista David Torralba, de Poena Dare y también miembro de Twilight, por un tiempo. En donde, nos hizo saber, que trataba de trabajar en nuevas composiciones, junto al cantante de Poena Dare. También, me reencontré y nos pondríamos un poco al día, con el incombustible multinstrumentista Wen, antiguo miembro de Bodega Caníbal, BFM o las bandas o proyectos, en los que compartimos espacio, tales como: TCZ&TMP y Dirty Sanches. Ahora, activamente en Los Himene. Espero y les deseamos, desde nuestro medio, que obtengan recompensa a tantos años de lucha y creación. Con Wen y Carlos J. Molina, concretamente disfrutaríamos de las descargas, que protagonizarían Opeth y Batuskha.


Opeth, abrirían con la ecléctica sobriedad y magnificencia, que caracteriza a la banda liderada por Mikael Åkerfeldt. Su carismático líder vocal y guitarrista, muy atento y simpático con fans y el absorto público presente, más cuando se deja caer por estas tierras, haciendo las típicas bromas con su nombre ‘Miguelito’ y haciendo continuas y amables referencias al lugar.  Afable tradición, que comenzó, en el festival que tuvo lugar en 2019, ‘Rock The Coast’, en el mismo recinto y que también rendimos cuenta en su momento, para nuestro medio de marras.

Opeth, venía con una elegante escenografía, que servía a modo de presentación, de personajes y con un telón de fondo muy de corte conceptual, con hipnóticos videos proyectados, haciendo referencias a su último trabajo discográfico publicado, hasta el momento: 'The Last Will And Testament' (2024). De dicho trabajo, abrirían prácticamente con el enigmático tema: ‘§1’. Y como todo, en esta banda está rondando permanentemente, un amable horizonte de sucesos, que te transporta a otra dimensión, para ir descubriendo capas e historias relacionadas, que te atrapan cálidamente y sin remisión. En una experiencia inmersiva y degustación permanente, de catas de alto nivel gourmet musical. Precisamente, dicho álbum, es de corte conceptual y gira entorno a una historia familiar y herencias, que van siendo desglosadas, a través de un testamento hecho música y cuyas piezas, están orquestadas entorno a epígrafes. De ahí, que los títulos, con códigos alfanuméricos, sean los encargados de nombrar o titular, a cada parte musical del todo, que en este caso sería el disco conceptual en sí mismo. Bandas con esa magia y universo particular, llevado a un nivel superior o superlativo, solamente, podríamos citar a leyendas, como la que había descargado, tan solo, unos momentos antes, Uriah Heep. O nombres fundamentales en la música Rock de vanguardia, de todos los tiempos y muy relacionados, en la forma elegante de componer e ideas conceptualmente temáticas o estructurales, como lograron construir, Blue Öyster Cult o Rush, por citar algunos. Para este trabajo y tema, volvieron las voces guturales de antaño, otra característica atípica, que los distingue y hace únicos, en su faceta de mezclar conceptos e influencias musicales, que bien podrían situarse en los ’70 o hasta el Death Metal de los ’80 y ’90.


Los mismos derroteros seguirían con el extenso tema ‘Master's Apprentices’ (‘Deliverance’ 2002). En donde predomina la densa atmósfera y las guturales se van intercalando, con pasajes más armoniosos y melódicos, en donde ese particular Crossover entre el Death Metal y el Metal Progresivo, crean esa singular sinestesia acompañada de las sugerentes proyecciones y efectos de luces, antes citadas. Todo regado por un envolvente sonido, que dan mayor sentido, al críptico mensaje numérico, ya sea en forma de párrafo o de esencia superlativa sonora.

Las fantásticas sensaciones, seguirían con el también extenso y cañero ‘The Leper Affinity’ ('Blackwater Park', 2001), que también, a lo largo de su trabajada ejecución, habría momentos, en donde Mikael Åkerfeldt, vuelve a sorprendernos con registros más melódicos, en contraste, de las voces guturales, con las que comienza, discurre y prácticamente, cierra el tema. Una tónica particular y permanente, en el listado de temas, que se irían sucediente. Intercalando su última gran obra conceptual y temas provenientes de la misma, con temas de comienzo de siglo. Tal como: ‘§7’ ('The Last Will And Testament’, 2024) o ‘In My Time of Need’ ('Damnation',2003).

La estupenda y bella canción, ‘In My Time of Need’ ('Damnation',2003), traería un poco de sosiego y pausa, a la tremenda descarga, que estaba teniendo lugar en el ‘Sun Stage’, del recinto Marenostrum Fuengirola. Y que tenía maravillados a los asistentes, cual imán, los tenía asidos al magnetizado suelo, por la magia desplegada por Opeth y todo hay que decirlo, todas las fenomenales bandas, que habían ido desfilando y dejando su buen aura; durante estas tres fructíferas jornadas del ‘Sun & Thunder Fest’.  

Los restantes temas que habrían de suceder, irían acrecentando el gran nivel y fenomenal ambiente creado en el concierto: 'The Night and the Silent Water' ('Morningrise', 1996). Sin perder, nunca de vista su última y que bien podríamos de atribuir de magna obra conceptual, con el tema ‘§3’ ('The Last Will And Testament’, 2024). Este último tema, abre con muchos arreglos de corte oriental y sincopados, con la fantástica instrumentación a la que nos tiene acostumbrados Opeth. Para ir cambiando a pasajes con más groove.

Fueron cerrando con temas, que en cierta forma casaban muy bien, con la idea parecida a la prevalencia en esta última gira, de conceptos cromáticos y armónicos y hasta estéticos, más del corte conceptual, aquí explicado. Para tan fabuloso maridaje eligieron canciones representativas, en esta línea como: 'Ghost of Perdition' ('Ghost Reveries', 2005) o 'Deliverance' ('Deliverance', 2002).

‘Miguelito’ volvió a dejar su magnífica esencia y genialidad, con sus virtuosos acompañantes, en la que será otra gratísima, quinta esencia y manifestación talentosa en vivo, que quedará grabada en la memoria de los presentes, sin lugar a dudas. En qué grado tuvimos más como esta, en este festival en ciernes, que comenzó a dar sus primeros pasos. Que tiemblen los agoreros, porque la semilla va germinando y de qué manera.

Nos dispusimos a velar armas en el castillo, para ser testigo de otra actuación, que no dejó a nadie indiferente. La que tendría lugar en el ‘Thunder Stage’, de la mano de БАТЮШКА. O partiendo de su natal cirílico, occidentalizando su denominación, lo que es lo mismo a Batushka. La banda procedente de la Europa oriental, más concretamente de Polonia, saldrían a escena, con una potente propuesta visual y sonora. Como si de una ceremonia cortejo fúnebre se tratase, desplegaron su metal oscuro y siniestro, elementos fundamentalmente que beben del Black Metal y Doom Metal. Los integrantes actúan de forma anónima y encapuchados. Se formaron por Krzysztof Drabikowski. Y al margen, de cierta polémica, desatada a raíz de autorías y publicaciones, que chocan con los intereses de antiguas discográficas y los propios miembros de la banda. Y a pesar de su arriesgada propuesta, no hay que olvidar que sus letras están escritas en idioma eslavo y lenguas ‘muertas’ o dialectos antiguos, relacionados con la liturgia ortodoxa de la Iglesia autocéfala polaca. Y eso unido a la experiencia Ambient y gótica, terminan por conseguir una fusión explosiva. Eso sí, muy sobria y en la que nadie, ya sean fans o curiosos, no queríamos perder ni un detalle, de esta arriesgada propuesta, con ese toque de genialidad. Tocaron íntegramente el LP ‘Панихида’ de 2019 y temas sueltos del álbum ‘Литоургиiа’ (2015), tales como: ‘Yekteniya I: Ochishcheniye’, ‘Yekteniya III: Premudrost' o ‘Yekteniya V: Svyatyy Vkhod’. Y cuya escenografía acompañó, estando presente en los murales y el gran ataúd, que presidió toda la actuación, de esta siniestra y singular liturgia, regada por efectos de sonido electrónicos. Y para el caso, más concreto, los llevó a cerrar de forma magnífica y original un festival; que, desde un primer momento, brilló con luz propia y que viene para quedarse. En donde hay sitio para todo tipo de propuestas artísticas y musicales. Entre todas, nos dejaron muy buen sabor de boca y con el apetito presto a futuras ediciones y comensales hambrientos de buen alimento para el alma y buena música, que seguro nos servirán.

No podría concluir esta crónica, que sumará al resto del amplio reportaje, que preparamos en tres partes. Sin dedicar unas sentidas palabras y a modo de humilde homenaje. Para Juan Antonio Gómez Rubio ‘El Manager’, que falleció en los días en que se desarrolló este evento y que sólo pudimos conocer tristemente y con muchísimo pesar, tan sólo unos días después. Rubio o ‘El Manager’, como se hacía llamar, fue una gran y carismática persona, muy querida en la escena rockera malagueña. En lo personal, siempre hizo todo lo que estuvo en su mano, por acompañarnos desinteresadamente, en los proyectos, que emprendimos en Collector’s Series DIY y artistas relacionados, aportando su inestimable ayuda y hasta nos sacó de algún atolladero económico puntual, por culpa de los límites presupuestarios y fechas, que había que cumplir a rajatabla, para no perder comba y que todo cuadrara, en fábrica, con respecto a las entregas, posteriores presentaciones y demás acciones promocionales, relativas a los trabajos y publicaciones del sello de marras. Por supuesto, también actúo en calidad de compañero de fatigas de reportajes, mil anécdotas maravillosas y momentos divertidísimos, que pasamos juntos, en festivales y conciertos inolvidables, que muchos de ellos, fueron publicados en nuestro querido medio de La Factoría del Ritmo. Se nos fue otro compa del alma, otro gran amigo. Como inolvidable e imborrable, será su recuerdo y permanecerá en nuestros corazones y memoria por siempre. Esta va por ti Rubio, te sigo echando mucho de menos campeón. 

Enlaces relacionados:

Anuncio y preventa, a partir del 1 de septiembre, entradas y abonos del ‘Sun & Thunder 26’

Cartel más ambicioso, la cabecera del festival, dará un salto de nivel...

https://marenostrumfuengirola.com/eventos/sun-thunder-26

Web Oficial del Festival ‘Sun & Thunder’ 2025https://sunandthunderfest.com

Web Oficial de Marenostrumhttps://marenostrumfuengirola.com

Instagram de Marenostrum Fuengirolahttps://www.instagram.com/marenostrumfuengirola

Texto: Ferri // Collector’s Series DIY.

Fotos facilitadas por la organización de Marenostrum Fuengirola.

Para La Factoría del Ritmo, celebrando el 30ª Aniversario, desde su primera publicación en 1995.

Enlace de la Parte I del Reportaje.

El mejor y más potente formato de ‘Metal Beach Festival’ del Sur de Europa, tronó cálidamente, amenizado con aires del Mediterráneo, para afianzarse: 'Sun & Thunder', 17, 18 y 19 de julio 2025 - Recinto Marenostrum Fuengirola (Málaga). [Parte II]


Tras la estupenda jornada inaugural del evento, en su formato oficial, nos disponíamos a seguir, con las celebraciones del X Aniversario de Marenostrum. Cuyo ciclo de este año 2025, predominaban bastantes nombres importantes, relacionados con el Rock de diversos géneros y de todos los tiempos: Dream Theater, Molotov, Bonnie Tyler, Prodigy, Thirty Seconds to Mars o la exótica y legendaria banda de culto finesa Eppu Normaali.  Poniendo la guinda del pastel, con el cierre de este magnífico festival rockero playero, 'Sun & Thunder', en colaboración y producción conjunta, con la promotora que vela por el estupendo Z! Live Rock Fest de Zamora. Precisamente, de la mano, de la promotora de Z! Live Rock, gestionada magníficamente por Andrés Cid Ledesma, que estuvo siempre presto y en todo momento; muy atento, con el personal de los medios de prensa desplazados al evento. Nos sentimos muy arropados y en permanente comunicación a través de las plataformas digitales, que nos facilitaron en tiempo real y gracias a las cuales, el tono y respuesta en general, de los medios desplazados, fue realmente positivo y hasta colaborativo. Como hacía años, que no presenciaba en un evento multitudinario y en donde está claro, que fuera de manera profesional, vocacional o a nivel de fans, nadie quería perderse ni un ápice, de lo que se estaba ‘cociendo’ (en sentido metafórico y además, de calor soporífero, que no impidió las ganas que había de celebración) en esta imponente primera edición del 'Sun & Thunder Fest'.

Viernes 18 de Julio de 2025

The Electric Alley, fue de las primeras bandas, en poder seguir de cerca su descarga en el ‘Sun Stage’. Ya repuestos del consabido ‘desayuno-luch olímpico’, que nos imprimió nuevas energías, para poder proseguir, con nuestra labor informativa.

El potente Rock Duro, que despliega esta banda andaluza, procedente de las prolíficas tierras gaditanas, que aportaron nombres tan diversos, como excelsos, para el festival de este año. Muy presentes las ornamentaciones y sus influencias, con raíces en los años ‘70. Artistas como Led Zeppelin o The Black Crowes, son parte de la herencia musical, a nivel de sonoridades y riffs. Han girado por el continente europeo y Reino Unido. En 2015, el tema “A Lonely Sun Story”, perteneciente al álbum Get Electrified!; se incluyó, en la banda sonora del cortometraje de animación homónimo. El cual fue nominado y finalista de los Premios Goya de ese mismo año. Con un curriculum tan logrado, como perderse el R&B o Blues, que desprenden sus curtidas guitarras de Southern Rock y Hard Rock. Con voces y coros muy trabajados y un resultado más que satisfactorio, comparable a cualquier banda de corte internacional y de estilos similares. La puesta en escena y presentación de su último álbum, hasta el momento, de título tan sugerente como atractivo para su propuesta musical, ‘Apache’, fue increíble. A pesar, de la falta de público, pero había poca sombra a la que cobijarse y suponemos, que el personal estaría, al igual que nosotros, dosificando fuerzas para este tremendo festival que teníamos entre manos.

Tocaba, ascender por la ladera, hasta el castillo de Sohail y presenciar la descarga, en el ‘Thunder Stage’, de otra magnifica banda gaditana, Sphinx. En una línea más de sonido Heavy Metal clásico y con origen en los comienzos de los ‘90, una dilatada y currada carrera, con enigmático y dramático, paréntesis incluido, les avala. Un legado musical, con grandes discos que estarían muy presentes en su actuación, como ‘Mar de Dioses’ de 2003, ‘Paraíso en la Eternidad’ (2005), ‘Renacer’ (2008), ‘Chronos’ (2013), o el más reciente EP ‘Nada es imposible’ (2024). No es por hacer proselitismo, pero es una de esas formaciones que le coges cariño. Porque, además de buenos músicos, destilan humildad y afán de superación, a pesar de no tener el reconocimiento ‘fácil’ que obtienen otros determinados artistas, sin ninguna meritocracia; y peor aún, sin ningún talento visible en oposición a estos excelentes artistas; que pasen los años, o las décadas, se les resiste incomprensiblemente, al menos desde un plano mucho más ‘mayoritario’, ese denostado éxito. Aunque, sin duda, estos músicos talentosos a la par que luchadores natos, tienen de sobra el reconocimiento a su labrada profesionalidad, el de medios, como para el que suscribo, que no paramos de darle apoyo, ya fuera en forma de incipientes reseñas, o reportajes cuando nos tocó cubrir en festivales como ‘Viña Rock’ o ‘Derrame Rock Festival’, por citar algunos, en los que unos servidores o compañeros del medio, tuvimos el privilegio de constatarlo. Con tantas tablas, adversidades o experiencia acumulada. Este festival con tintes internacionales, se presentaba como un estupendo escaparate y premio a toda una carrera meritoria, llena de obstáculos y vicisitudes de la vida, que no siempre es fácil solventar, para todo el mundo. Y como se suele decir, los problemas, no suelen venir solos. Y por ello, mucho más meritorio, cuando no sopla el viento a favor, esta banda son fiel reflejo y le dan una especial significancia, al término de eternos luchadores. Con el personal e icónico tema antes referido ‘Mar de Dioses’, y también de su primer lanzamiento discográfico homónimo ‘Sphinx’, se despidieron con ‘Ángel sin Piedad’, ante un público entregado y muy fiel a la historia y trayectoria, de unas auténticas leyendas ‘Primogénitos de fe y de la Tormenta’, que hubieran firmado Santa.

La banda finesa, Sonata Arctica, desplegó su característico Power Metal melódico, con grandes dosis de influencias y elementos del Rock Sinfónico y hasta de Neoclásico en el ‘Sun Stage’.  Desde tierras nórdicas, soplaron vientos ‘refrescantes’, tanto metafóricamente, como en la realidad más alternativamente tozuda, al menos en cuanto a decoración y escenografía, que se agradecieron en sobre manera, en las cálidas y tórridas costas, entre la margen de Fuengirola y el comienzo de la costa mijeña, en el corazón de la Costa del Sol. Aportando su faceta más épica, a la par que cañera. Muy influidos, por bandas históricas del género, como Helloween o Nightwish, pronto se ganarían la atención y fervor del público, desde el comienzo de su actuación, hasta el broche final de la misma.

La actuación se apoyaría bastante en el disco clásico de debut de 1999, titulado ‘Ecliptica’. Aunque para abrir boca, no desdeñarían para nada, del último lanzamiento en estudio por el momento, ‘Clear Cold Beyond’, 2024. Ejecutando el tema con el que abre dicho disco, ‘First in Line’.  Realizaron unas soberbias interpretaciones, de los temas ‘I Have a Right’ ('Stones Grow Her Name', 2012) o ‘San Sebastián’ ('Silence', 2001). En donde primaron su depurada técnica musical o caña por un tubo, cuando terciaba. A mediación, tocaron temas del debut discográfico de la prolífica banda del Norte, no tan gélido de Europa. Al menos, en cuanto se refiere, al saber estar sobre las tablas y pasión que le ponen en cada una de sus ejecuciones magistrales, de Power Metal de alto octanaje. Así lo refrendarían, en canciones que ya de por sí, cobran una dimensión de arte distintivas por sí mismas, como: ‘Replica’, ‘My Land’ o ‘FullMoon’.

Tony Kakko sobresalió con sus estupendas facultades vocales en significativos temas rápidos y cañeros como ‘Wolf & Raven’ ('Silence', 2001) o el épico ‘Don't Say a Word’ ('Reckoning Night', 2004). En donde la base rítmica formada por el experimentado batería Tommy Portimo y el bajista Pasi Kauppinen, se desataba endiabladamente, secundando a la afilada hacha de Elias Viljanen, a las seis cuerdas. Mientras, Henrik Klingenberg, el multinstrumentista y polifacético músico, adornaba con bellas melodías, apoyándose en la versatilidad de su ‘portable’ Roland AX Synth.

Para ir finalizando, dejaron de caer todo un clásico, ‘Over the Hills and Far Away’. Quizás, la revisión del tema popular irlandés, que engrosó las primeras posiciones de las listas de éxitos de mediados de los '80, gracias a la pericia de Gary Moore, en la versión más reconocible de sus compatriotas Nightwish. Coreado multitudinariamente por el público asistente, que lo agradeció, por el significado tan especial que tiene este tema, no sólo para el Power Metal, sino el Heavy Metal, que lo adoptó como suyo hace décadas. Concluyó una gran actuación, para ir preparando el cuerpo, para toda una institución en el Heavy y Power Metal, Accept.


Accept tomaron el ‘Sun Stage’. La longeva y legendaria formación alemana, que comenzaron en la segunda mitad de los ‘70. Hasta ir consolidándose en los ‘80, como un grupo histórico y a tener muy en cuenta en la escena metálica internacional. Y a pesar de los cambios habituales, que suelen darse en estos casos, en el ‘line up’ de las distintas formaciones, que dieron vida al grupo durante estos años. Y aunque hubo épocas pasadas, que se echó bastante en falta la característica y rasgada voz de Udo Dirkschneider, supieron sobreponerse. Agrandando su leyenda, no durmiéndose en laureles cosechados en lides pasadas. Publicando trabajos cada vez más interesantes, década tras década y apoyándose especialmente en el carismático guitarrista Wolf Hoffmann y en el magnífico frontman y vocalista desde hace más de 15 años, Mark Tornillo. Quizás, momento de cuando comienza valorarse muchísimo más, esta ‘segunda juventud’ y resurgir, como uno de los puntales principales del Heavy Metal y Power Metal europeos.
 

Precisamente, venían con la parafernalia del ‘Tour Humanoid’, reflejado tanto en lonas, tramoya muy del rollo ‘industrial’, como en el propio set list, que habían preparado para la ocasión. Que hacían alusión conceptual, al disco publicado en 2024. Arrancarían con canciones como: ‘The Reckoning’ o la que da título genérico al álbum, ‘Humanoid’.

Tras esta infernal acometida, fueron cayendo grandes temas de discos clásicos de los ’80. Probablemente, su mejor etapa en cuanto a popularidad y creatividad, en general, con permiso del actual magnífico estado de forma, a todos los niveles. Darían paso a temas como: la salvaje ‘Restless and Wild’ ('Restless and Wild', 1982), la siempre ‘controvertida’, pero muy valiente y explícita ‘London Leatherboys’ ('Balls to the Wall', 1983) o la pegadiza y de ritmos sincopados y machacones Midnight Mover ('Metal Heart', 1985). Para seguir dándole protagonismo, al último trabajo discográfico en estudio publicado hasta el momento, ‘Straight Up Jack’ (‘Humanoid’, 2024).

Conforme iría transcurriendo el bolo, se nos presentaría una auténtica y genuina orgia de riffs, repartidos en los discos emblemas y buques insignia de la banda germana, como 'Breaker' y 'Restless and Wild', sin duda años 1981 y 1982, que fueron muy importantes para el Heavy Metal, como movimiento contra cultural, que marcó a varias generaciones, a nivel mundial. A ellos, esta sucesión de riffs en formato medley orgiásticos, les gusta basarlo en las atemporales canciones tales: ‘Demon's Night’ / ‘Starlight’ / ‘Losers and Winners’ / ‘Flash Rockin' Man’ (Riff Orgy).

Y sin abandonar los años ’80, acometieron con ‘Breaker’ ('Breaker', 1981) y ‘Princess of the Dawn’ ('Restless and Wild', 1982). Temas que cimentaron en su momento, todo un cambio de rumbo, actualizando el sonido de los ’70, en lo que hoy conocemos como Heavy Clásico. Pero que no deja de ser una modernización del sonido, hacia cotas más oscuras y hasta ‘agresivas’, que desafiaron a propios y extraños. Y cuyos acordes e interpretación vocal por parte de Mark Tornillo, es simplemente sutil y abrumadora, así como el resto de compañeros músicos. Sólo al alcance de músicos de gran talento. Liderados por Wolf Hoffmann, sin olvidarnos de las excelentes y experimentadas guitarras que lo secundan: Uwe Lulis y Philip Shouse. Y la apisonadora sónica sobre la que se fundamenta la base rítmica formada por: Christopher Williams a la batería y Martin Motnik al bajo. Una banda legendaria, excelentemente bien conjuntada, la que estaba descargando en Fuengirola y que ha sabido conjugar melodías y ese toque tan característico teutón, con algunos guiños a la música Folk y hasta Clásica, cuando tocaba hacerlo. Como fue el caso de uno de los temas, que también perteneciendo a esta etapa más clásica en su carrera. Le dan una nueva dimensión en directo, en cuanto a sonoridad, cromática y estética, en una actuación soberbia, como soberbia fue la interpretación de ‘Metal Heart’ ('Metal Heart', 1985) y ese inevitable guiño a su compatriota y genio Ludwig van Beethoven y su fragmento y arpegios, más reconocibles en su obra ‘Für Elise’ / ‘Para Elisa’. Para lucimiento, especialmente de Hoffmann, muy simpático con el numeroso y empático público presente. Quizás, la actuación más seguida del día, tal vez por el numeroso público alemán asentado en la Costa del Sol y horario que podríamos denominar de ‘prime time’, tomando prestado el concepto radiofónico y televisivo, pero llevado a las ‘audiencias’, en un evento de dichas características y circunstancias tan especiales que nos ocupa.

Y ya que ronda la idea de ‘regreso’ o fuerzas renovadas, que mejor elección, que tirar de dos temazos como: ‘Teutonic Terror’ ('Blood of the Nations', 2010) y ‘Pandemic’ ('Blood of the Nations', 2010).  De precisamente, el disco que marcó la vuelta a los escenarios de Accept, esta vez, con el brutal e imponente vocalista Mark Tornillo al frente. Con formaciones, como las que nos ocupa, no es difícil ‘leer’ entre líneas, el diseño o confección del set list. Al fin y al cabo, sugerente, hecho a posta o no, viene a decirnos que es posible un presente esplendoroso. Labrado a base de muchos ensayos, fantásticas nuevas composiciones y producciones; pero, sin olvidar un pasado maravilloso y sobre el que ir construyendo nuevas propuestas, tan asombrosamente abrumadoras, como la que se estaban mostrando en su máximo esplendor en el ‘Sun Stage’.

Para el tramo final dejaron todo un hit no sólo de la banda originaria de Solingen, sino del inconsciente colectivo del Heavy Metal y Hard Rock a nivel mundial, ‘Fast as a Shark’ ('Restless and Wild', 1982). Un tema que también daría para muchas lecturas y qué para muchos seguidores del género metálico, significó un anticipo de corrientes que estarían por asentarse, como el Speed Metal y hasta podríamos denominar un rudimentario proto Thrash Metal, al menos en cuanto a técnica, velocidad y concepción.

Para enlazar con una canción, símbolo y toda una insinuación, exenta de complejos y que a día de hoy; incluso, podríamos sumar a la causa y reivindicaciones por los derechos LGTBI, más concretamente ‘Balls to the Wall’ ('Balls to the Wall', 1983).

 
El broche lo puso el tema clásico ‘I'm a Rebel’ ('I'm a Rebel', 1980). Con ese aroma setentero, proveniente de la década, de donde comenzó a gestarse la génesis, de toda una institución del Heavy Metal europeo. Qué a día de hoy, siguen gozando de una energía sin par, fiereza y calidad arrebatadoras, que dejaron muy satisfechos, a fans y curiosos de diversos puntos cardinales del planeta. Y que probablemente, congregó al público más numeroso, variado y cosmopolita de los tres días de festival. La banda germana, liderada por Wolf Hoffmann, salió al completo a saludar muy amablemente y emocionados visiblemente, por los gestos de cariño hacia el púbico, que estuvo siempre presto y le dedicó una tremenda ovación de calurosa despedida y más que merecida, ante probablemente una de las grandes y más destacadas descargas del ‘Sun and Thunder Fest’.
 

Para este último tramo de la jornada, volvimos a tirar de ‘épica’, nunca mejor dicho y le echamos valor, para subir una vez más al castillo de Sohail, en el ‘Thunder Stage’ y tratar de presenciar el último tramo de la actuación de la banda finlandesa Ensiferum. Cuyas influencias principales provienen los ‘cantos vikingos’, el Folklore noreuropeo fusionado con el Metal más pesado y contundente. Era una sugestiva propuesta a la que poder asistir y disfrutar con el resto del respetable, aunque fuera como en nuestro caso, tan sólo, en las postrimerías del espectáculo. Y a penas, sin poder pestañear, ya que prácticamente, a la finalización de la banda originaria de Helsinki, estaba programada la actuación de la banda estadounidense WASP, en el escenario principal ‘Sun Stage’. Pero como alguna vez comentamos, a lo largo de este reportaje, en un formato tan extenso y cuantitativo de festival, en cuanto a programación de artistas, era normal que ciertas actuaciones se puedan pisar o hasta coincidir. Y al menos, nos queda en nuestro haber, haberles preparado individualmente y dentro de los extensos artículos previos, que fuimos publicando y divulgando por nuestras plataformas, todas aquellas novedades resaltables o confirmaciones, que iban surgiendo, a lo largo de los meses precedentes. Pero volviendo al presente del evento, nos llevamos una más que grata sorpresa, con el desembarco de estos simpáticos vikingos, que desembarcaron en Fuengirola. Para presentarnos, una faceta entre la épica y el Metal más contundente y hasta con toques Folk. Que hicieron vibrar sin concesiones al público con muchísimas ganas de divertirse de forma sana y con la que consideran, la mejor entre las mejores, y con permiso de tantos géneros relacionados con el Rock, el Heavy Metal. En un set list donde brillarían con luz propia, temas emblemáticos de la carrera de la banda, procedente de los confines del Midgard, como: la o la fantástica ‘Heathen Horde’ ('One Man Army', 2015) o la trallera ‘Andrómeda’ ('Thalassic' 2020) .  En donde guturales, presentan armas, junto a aguerridas hachas afiladas de las cuatro y seis cuerdas, que hacen todo un prodigio sonoro portentoso, en donde no falta la parte Death melódico de altísimo octanaje. Con el líder de la banda, Petri Lindroos, simplemente pletórico, al juego de voces y guitarras feroces al más puro estilo Viking Metal, atuendos y pinturas de guerra incluidas. Junto a su compañero de fatiga y también cofundadore del grupo, Markus Toivonen, también cañero y efectivo guitarrista, que aporta esa versatilidad, dentro del combo de estilos diversos, de los que suele beber el Viking Metal. De su último trabajo discográfico publicado hasta ahora, ‘Winter Storm’, publicado en 2024, programaron y descargaron con pericia absoluta temazos como: ‘Fatherland’ o  ‘Winter Storm Vigilantes’. Y ya para el cierre, de esta fantástica actuación, reservaron todo un hit en su repertorio: ‘In My Sword I Trust’ ('Unsung Heroes' 2012). Después de esta expeditiva y fantástica  actuación o expedición al Folk más salvaje y divertido metalero, dejamos los remos del drakkar atrás y nos dirigimos de nuevo al escenario principal, ‘Sun Stage’, para disfrutar de la ansiada actuación de WASP.
 

Había una gran expectación y cierta inquietud, por querer disfrutar de la siempre histriónica y teatral propuesta del concepto del Shock Rock, llevado con gran maestría al sonido Heavy Glam de los '80. Del siempre constante y batallador Blackie Lawless y la versión más actualizada de WASP. Siempre en estos artistas, en los que fluye sangre nativa americana, más allá de los exóticos rasgos que suelen resaltar su exótica naturaleza, proporcionan un carisma y punto especial a su favor, demostrando que dicho mestizaje. Es enriquecedor, a tantos niveles, culturales y antropológicamente hablando. Porque, aunque algunos populistas se inventaran y nos sigan haciendo creer, en el concepto de 'raza pura' o 'aria', eso no existe como tal, en las sociedades humanas modernas, que desde tiempos remotos, fueron configurando pueblos cada vez más fuertes, a nivel genético o biológico y por supuesto culturalmente más ricas, precisamente gracias al mestizaje e intercambio cultural y humanístico. Aunque, podríamos entrar en terrenos 'farragosos', por precisamente la falta a veces en la historia, de estos últimos valores, más altivos o edificantes, que llevaron al movimiento regidor de filosofías, artes o estudios. Y era hora de fiesta. Aunque, sí que hubo momentos muy reflexivos de Blackie Lawless, en momentos puntuales del concierto, como si se tratara de un 'ciclo de música contada', al más puro estilo de aquellos maravillosos eventos culturales que programó el incombustible divulgador y gestor cultural, Héctor Márquez. En donde, artistas iban contando nunca mejor dicho, experiencias, anécdotas relativas al tema o bloque de canciones, que iban sucediéndose, así como apuntes históricos o sociológicos o culturales, resaltables y ligados al momento de la creación. Algo así, como una versión comentada, que luego se puso un poco en boga, gracias a los formatos 'Media Book' y bandas como The Who, por cierto, versioneada en el concierto e importante en las influencias de tantos músicos rockeros de cualquier época; o sin ir más lejos, artistas que había tocado o habrían de hacerlo como Kreator o Uriah Heep, que también tiraron de este formato. Pero en este caso, en riguroso directo. Y apoyado mucho más en la palabra verbalizada, que en los afiches o escritos. Y no sólo no deslució, sino serviría de impasse, a la vez que reforzó más aún una actuación fantástica y que pudimos seguir de cerca público curtido, entremezclado con generaciones más jóvenes, que no perdieron ni un detalle de la fastuosa actuación de WASP. Y tampoco hay que olvidar, que una persona que se mueve con esa agilidad y sin parar de tocar la guitarra y cantar a muy buen nivel, para alguien que está a punto de cumplir 69 años, le vendría fenomenal, para acometer la ejecución de los consiguientes temas que irían fluyendo, con el correr de la cerrada noche, con nuevas energías y la fiereza que siempre le caracterizó, en sus personales pasos de bailes y brincos, en donde los flecos de las icónicas botas, adornaban y resaltaban mucho más los mismos.
 

Volviendo al concierto, WASP abrió con una fanfarria enlatada, como si de un viejo dial de radio, fuera cambiando de onda o frecuencia, a la par que melodías, que marcaron a varias generaciones del Heavy, fueron abriendo el voraz apetito de los fans allí presentes. Y como habían anticipado en un comunicado oficial el grupo, en el marco de la gira 'Album ONE Alive World Tour', se centrarían en tocar íntegramente el disco debut, de título homónimo al nombre de la banda; que abrió fuego allá por 1984, y siguiendo con el '40 Aniversario' de la inicial y celebrada publicación discográfica. Precedido del rugido característico de motosierra, descargaron 'I Wanna Be Somebody' ('WASP', 1984), para seguir con otro gran hit del grupo, 'L.O.V.E. Machine' ('WASP', 1984). Siempre apoyándose en imágenes coetáneas de aquellos maravillosos años, extraídas de viejas actuaciones o videoclips. Aunque en los 'clips', aparecían guitarristas de la talla de Chris Holmes o Randy Piper, entre otras personalidades, que dieron forma 'animal' y la salvajada de proyecto, que bebía de fuentes tan diversas como Alice Cooper, New York Dolls o Kiss, entre otros grandes del género. Y que tantísimas satisfacciones, como decepción o falta de reconocimiento, negado por la crítica más estricta, con los típicos vaivenes de una de cal y otra de arena. Hasta que sucumbieran por fin, a la genialidad, de trabajos más comprometidos o de corte conceptuales , de la envergadura de ‘The Headless Children’ (1989) o ‘The Crimson Idol’ (1992). Los músicos que secundan actualmente a Blackie Lawless, son excelentes y se notaba todo el excelente trabajo de ensayos, logrando unos coros muy redondos, a la vez, que una potente base rítmica y guitarras afiladas, como la hoja de corte de la motosierra y demás instrumentos cortantes característicos en los atuendos o atrezzo. Doug Blair (guitarra solista y coros) y Mike Duda (bajista y coros), arroparon fenomenalmente en ambos aspectos, a Blackie Lawless. 
  

La canción rocanrolera'The Flame' ('WASP', 1984) atronó con sus melodías pegadizas, precediendo al más denso y pesado, en cuanto a riffs mucho más metálicos, que caracterizan y predominan en 'B.A.D.' ('WASP', 1984). Y en este tramo el heavy metal, se hizo más presente en temazos como 'School Daze' ('WASP', 1984) u otros de los que también podríamos denominar emblemáticos 'Hellion' ('WASP', 1984). Y como se suele decir, tras la tormenta, afloraría la calma, con una de las mejores baladas de la historia de heavy metal, 'Sleeping in the Fire' ('WASP', 1984). Al menos para el que suscribe... Y algunos más, estoy seguro, contextualizándolo y por la época. Melodías y riffs inolvidables, que fluyeron, tan apasionada y con tanto feeling, que sólo pudo ser fruto del más excelso talento. Cuantos recuerdos y no creo que fuera el único, con la piel de gallina, por las caras contiguas de amigos y amigas, porque verdaderamente estábamos asistiendo a una soberbia actuación y gira histórica, que quien lo diría, como si hubiera sido ayer o en otra vida, celebraban el '40º Aniversario'. Y menudo nivelazo, y mira que nos asustaron bastante, los típicos 'agoreros', que siempre los habrá, en el rock, aquí y allá y no andábamos para sustos, ni malos ratos, la verdad. Y nos encontramos este nivelazo en contraste, casi como si hubiéramos viajado en el tiempo, toda una vida. Contrariados, pero en este caso por la felicidad de asistir, a una más que digna, excelente actuación, superando cualquier buena o razonable expectativa, que pudiéramos haber albergado como esperanza. Y la esperanza o el anhelo, se tornó simplemente en un concierto de leyenda. 
 

Con los temas 'On Your Knees' ('WASP', 1984) o 'Tormentor' ('WASP', 1984) volvió el Heavy Metal más atronador, el de toda la vida, el de los años '80. Y como la cosa, en las postrimerías de la descarga, antes de los bises, se iba tornando con ese toque entre sado, distópico y que hizo aflorar sarpullidos a diestro y siniestro a los supuestamente 'bien pensantes' y de la ‘buena moral’, la de ellos. O la que para 'ellos', será buena, porque y al fin y al cabo, es de pastiche y doble moral, o 2.0 de la post verdad reinante, ponderante y recalcitrantemente rancia actual. Con el tema 'The Torture Never Stops' ('WASP', 1984) cerrarían este bloque, especialmente dedicado al primer discazo y más cuando se toca de esta forma tan magistral en directo, que dan ganas de volver a desgastar el cassette o pulir el plástico del vinilo a tope. 
 

Tras otro pequeño receso, estaba claro, que iban a venir los bises, y menudos bises, a base de medleys espectaculares, canciones y discos fundamentales en la década de los '80. Haciendo especial hincapié en discazos históricos y esenciales de la banda angelina, como los discos en estudio: 'The Last Command' (1985), 'Inside the Electric Circus' (1986) o 'The Headless Children' (1989). O referencia al tema grabado como single y en estudio 'Scream Until You Like It' para el directo que lanzaron en 1987, con el título 'Live...In The Raw'. Como curiosidad, comentar que dicho tema, 'Scream Until You Like It', fue grabado como parte de la banda sonora de la película 'Ghoulies II'. Comenzarían con la típica fanfarria circense y el tema 'The Big Welcome' ('Inside the Electric Circus' 1986). Los siguientes temas vinieron a modo de coctel o medley de lujo con 'Inside the Electric Circus' / 'I Don't Need No Doctor' la estupenda versión que ser marcó WASP del hit de Ray Charles y para acabar este bloque con la citada anteriormente 'Scream Until You Like It'
 

El siguiente bloque, no podían faltar, auténticas joyas, de probablemente uno de los mejores discos en la carrera de WASP y todo un ejemplo de empeño y genialidad, puestos sin complejos ni aditamentos, al servicio de la buena música, con sustancia, mensaje y caña por un tubo, todo hay que decirlo. Estos temas serían los pertenecientes a la obra faraónica, en cuanto composiciones y producción que comenzó a sorprender a propios y extraños, con 'The Headless Children'. En el último tramo de los añorados por unos y denostados por otros, años ’80.

en 1989. Los temas elegidos para la ocasión, como otro de los estupendos covers, que Blackie Lawless, siempre supo llevar a su avezado terreno, como esta estupenda versión de The Who, titulada 'The Real Me' / la fantástica y exitosa poderosa balada 'Forever Free' / o la grandiosa canción que da nombre genérico al disco 'The Headless Children'.


Y como no, podía faltar el guiño gamberro, a un cruce entre una estética de personajes quiméricos a lo 'Mad Max' pasados de rosca o un Western film como 'El Bueno, El Feo y El Malo'. Para volver a la esencia más salvajemente divertida, juerguista y como estábamos de festival, pues apropiadamente fiestera cayeron auténticos himnos de WASP y del Heavy Metal ochentero como fueron los broches de diamantes en bruto: 'Wild Child' ('The Last Command', 1985) y 'Blind in Texas' ('The Last Command', 1985). Celebradísimo por el numeroso público presente y coreado a pleno pulmón, llevados por la emoción y apartando el bochorno; quizás hizo que, aunque muy numeroso, pero se vieran algunos más huecos, con respecto a la actuación, de los anteriores cabezas de cartel del día, los germanos Accept. Pero que sin ánimo de comparar y más allá de proporcionar datos subjetivos u objetivos, fueron don grandes actuaciones, multitudinarias, probablemente, las que más afluencia atrajo y emociones despertaron en el numeroso y entendido público. Y que quien lo dirían, que personas que, aún siendo sexagenarias, ya quisieran más de un jovenzuelo, estar en el estado de forma, en los que se encuentran Wolf Hoffmann o Blackie Lawless, salud y larga vida, que hay cuerda para rato. Long live Rock and Roll, long live Heavy Metal, long live Sun & Thunder! 

Vhäldemar, cerró el evento, en el escenario del castillo de Sohail, en el 'Thunder Stage'. La verdad, que aunque había un importante número de fans, que sí acompañaron con bastante conocimiento de causa, el desarrollo de la descarga del potente y brutal Power Metal vasco. La actuación tan visceral y 'rozando', por suavizar algo, la agresividad que a veces parecía sin control, del carismático y cantante Carlos Escudero. Que no paró de retar a aquellos, que no convenció su show, y se iban yendo a casa. Se tiró de forma muy a lo mosher, en contadas ocasiones y con un pie de micro, con unos ornamentos afilados, que daban un poco de ‘miedo’. Había momentos que no se sabía, si iba a usar, como una espada, para ensartar un pincho moruno o espeto de sardina o como garrota. Me recordó un poco en actitud a Nacho de Cicatriz, pero más en la estética y sin ánimo de ofender a nadie ojo, en vez de muleta, portaba pie de micro, nada más. Sin duda, la música era un Heavy muy potente, dentro de los cánones del Power Metal, pero me llamó mucho la atención de esa actitud arrebatadora, un tanto punk 'acelerado', por cierto, provenientes de una tierra, que aunque tradicionalmente dieron buenas bandas del Metal, es de sobra sabido, que imperó siempre más el Punk Rock o el Rock Urbano. En cualquier caso, si había alguien medio dormido o cansado, Carlos Escudero lo espabiló, pero vamos como vivo, que viene de entre los muertos, seguro. La peña, no paró de hacer pogo, y en definitiva, de pasárselo bien y hasta pribar ante la invitación del propio cantante, cuando andaba en medio del púbico, de lo que intuimos era whisky. Presentaban 'Sanctuary of Death', que es el disco más reciente publicado en 2024, aunque tienen una extensa carrera, que los ha llevado a pisar tierras japonesas, que eso no lo suele hacer cualquier banda, ‘ahí queda eso’. También, aprovecharon que hacía poco, habían publicado el adelanto de lo que será su disco en directo “Live at BEC Barakaldo”. Más concretamente, se trató del tema ‘1366 (Old King's Visions Part V)’. Y para cerrar, como no podía ser de otra manera, tiraron de su hit particular y derroche de energía a la enésima potencia, nunca mejor dicho, con el tema 'Energy'. Broche algo inusual o atípico, en el apodado para la ocasión 'Thunder Stage' o escenario del castillo, pero potente y efectivo, sin duda y cañero, vamos, para haber despertado a Zeus, Tritón y resto del Olimpo.

Texto: Ferri // Collector’s Series DIY

Fotos: Mabe Navarrete // Neave Visual Art  

Para La Factoría del Ritmo, celebrando el 30ª Aniversario, desde su primera publicación en 1995.

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