Fin de semana punk rockero en la ruta del infierno
entre Málaga y Marinaleda.
Fin
de semana agridulce, ya que el viernes 18 de mayo, habría que enmarcarlo en la
historia cultural malacitana, con letras de oro, por el ciclo tan importante
que ha cerrado Velvet Club en
Málaga. Especialmente, en esta segunda etapa, cuyo local mejor acondicionado,
desde que se ubicara en calle Comedias y frente al vecino bien avenido, afín y
entrañable, extrañísimo en los tiempos que corren, Drunk-O-Rama, que acompañase en la organización multitud de eventos
conjuntos y nos legase momentos inolvidables, para todos los que nos hemos
dejado caer por estas paradas obligadas para el rock and roll en general. Por allí, ha pasado lo más granado del indie y garage a nivel estatal e incluso alguna que otra perla
internacional, además de una cantidad ingente de interesantísimos proyectos de
multitud de estilos entre los que se encontraron el stoner rock, hardcore, crust o punk rock. Tras la fiesta
final del Velvet Club, homenajeando
a su principal valedor, Juan Diego,
había que tomar aire y fuerzas para asistir al día siguiente a otro lugar
catártico en Andalucía, la sala Palo
Palo de Marinaleda. Una isla, en donde oxigenarnos a muchos niveles, dentro
del panorama de ignominia sociocultural al que quieren someternos los fondos
buitres y los nuevos tecnócratas actuales del neoliberalismo más obsceno y
salvaje. En donde, los garitos cofrades o el turismo basura y de fin de semana,
proliferan en las grandes y no tan grandes urbes, para terminar desplazando no
sólo a vecinos, sino a locales que cumplen una función cultural importantísima.
De paso, que convierten a las ciudades en parques temáticos sin ton ni son,
despojándolas de la verdadera identidad de sus calles, edificios realmente
emblemáticos, barrios y gentes.
Se
supone que tras el descenso a los infiernos, siempre se abre una nueva puerta
hacia el cielo. Entre sentimientos contradictorios, pasamos un intensísimo fin
de semana punk rockero, que a
continuación ampliaremos un poco más. Y es que tampoco hay que arrojar la
toalla o rasgarnos las vestiduras, según pudimos conversar en primera persona
con Juan Diego, nos adelantó que más
adelante, tenía pensado reabrir, lo que sería una tercera ocasión, pero más
enfocado a conciertos acústicos y modo bar. Suponemos, que por lo costoso y
complicado de conseguir o hacer frente a nuevas licencias para locales
musicales. Ahora dile al alcalde de turno que vas a abrir un bar rociero,
veréis con estupor como le falta poco para que él mismo se ofrezca a
inaugurarlo e incluso con alguna mordida de su corruPPto partido. Partido
Popular, ese mismo que ostenta el dudoso honor desde el 24 de mayo, de ser el
primer partido político condenado por corrupción, en lo que se empeñan en
seguir tirando por tierra y que todos conocemos por democracia.
Centrándonos
en la fiesta de despedida del Velvet
Club, al menos como lo conocimos hasta ahora, fuera en la ubicación de Juan
de Padilla o Comedias, en donde pasaron artitas de gran nivel, como Teenage Bottlerocket (USA), Doom (UK), Kante Pinrélico, Toxic Womb,
Puño Americano e incluso fiestas
como las promovidas por Collector’s
Series DIY para sus volúmenes compartidos, en donde por primera vez tocaron
en el “antiguo” Velvet hasta cuatro
formaciones distintas en una sola noche, con la lógica preocupación por parte
de Juan Diego de cumplir los
horarios a rajatabla, además de sus cameos correspondientes, con Bodega Caníbal, BFM (El Bueno, El Feo y El
Malo), Dirty Sánches y The Castro Zombies & The Mutant Phlegm.
Y los festivos y siempre celebrados Burguer
Fest, organizados a dos bandas por el propio local y Dani de Drunk-O-Rama. En
donde, actuaran entre otros, artistas emblemáticos no sólo a nivel local, sino
inclusive estatal y más allá, como La
Plaga, No Picky, Enterradores o Ralf. Y como olvidar, uno de los proyectos más interesantes de los
últimos tiempos, con origen en los 90 y que presentaron de forma contundente,
junto a Javier Arnal y Las Flores del Mal, Trío Mudo. La formación compuesta por dos históricos de la escena
malagueña de todos los tiempos y con calado internacional, Damián Fernández y Antonio
Acién (713avo Amor). Un cóctel a
base de buena e interesante poesía, música y performance. Y que podríamos entroncarla perfectamente con el
movimiento spoken word o poetry reading. Y así podríamos seguir indefinidamente, hasta completar
folios, tras folios y llegar por fin a las bandas que les tocó poner este
broche más que merecido a la etapa que se cerraba el pasado viernes 18 de mayo.
Fueron los costasoleños Third Strike
formación punk rock con influencias
de hardcore melódico y miembros
procedentes de Los Compadre, junto a
los jerezanos Clear Lines. El peso
de la actuación de Third Strike la
llevó sin duda su más que conseguido CD
“Punk Rock Radio!”
junto a versiones imprescindibles del género. Temas de propio cuño como “Way back” o “The place” están
llamados a abrirles sin duda muchas puertas en el futuro. Una sucesión de temas de excelente calidad de punk rock muy influido por la onda californiana de los 90 en adelante,
rebosando frescura y diversión a raudales. Una fórmula muy válida para captar
la atención del público asistente, que abarrotó la sala. Otro momento
memorable, sería la colaboración del excepcional guitarrista Pablo Márquez de Jammin’ Dose,
en un cover un tanto atípico para una
banda punk como “I will survive”, pero
que quedó muy resultón y por supuesto con mucho groove. Entre el público se podían vislumbrar miembros de otras
formaciones como Gatos Enfadaos o Fails, algunos de ellos no tuvieron
reparo en subirse al escenario a corear algún que otro himno o “poguear” como tocaba. Para una ocasión
tan festiva, a la par que se respiraba cierta nostalgia, por lo que se dejaría
de vislumbrar tras el cierre de la jornada. Pero aún restaba la actuación de la
joven y rebosante de calidad Clear Lines,
procedentes de Jerez de la Frontera y con raíces también en el Puerto de Santa
María, Cádiz. Me recordaron por su buen show
y buena disposición sobre el escenario, de inmediato a paisanos como Minority Of One. Y eso a pesar, de cierto accidente que causó la
breve pausa nada más comenzar el bolo. Y es que se derramó cerveza, de forma
fortuita, sobre una de las regletas, que además del microcorte parcial, no
supuso mayor problema para que reanudara la tremenda actuación de Clear Lines. Una
descarga de hardcore melódico muy
adrenalítico, con cierto toque o influencia emo.
Temas como “Holes in Life”
o “Anymore” marcan un poco los tiempos
entre lo comentado anteriormente, entre lo reposado y más lírico y el extremo
más salvaje. Todos contenidos en el trabajo que les sirvió como carta de
presentación el EP “Sta. Catalina”. Otros temas a destacar
en este sentido son sin duda “All
I Want”
o “Run away”. Era imposible, no dejar
de pensar que un sitio tan importante para la música en directo en Málaga iba a
dejar de existir, aún así, nos agarrábamos a la birra o copa de turno y lo allí
acontecido, por lo menos para irnos a dormir con un buen sabor de boca. Al día
siguiente, nos tocaba meternos en carretera, para visitar otra fiesta, pero
esta al menos va en alza y en un marco inigualable, Marinaleda. El municipio
del estado en el que no hay paro, no hay fuerzas de las que llaman de seguridad
y sin embargo, se respira tan buen rollo y buenas vibraciones. En donde las
palabras fraternidad o solidaridad cobran sentido, ojalá “Andalucía entera” fuera como Marinaleda,
como bien apostillaron Reincidentes
hace años, otro gallo cantaría.
La sala Palo Palo, gestionada de manera fenomenal por León, había preparado la fiesta por
todo lo alto, con un cartel, en su mayoría, formado por bandas andaluzas: El Petas y
Birras Band, Distrauma, Peste y Mierda
y El Marcha. Además, de contar con
un cabeza de cartel de lujo, la agrupación Madpunk,
formada a partir de miembros de Espasmódicos,
Larsen y TDeK. Lamentablemente, por cuestiones personales no pudimos
disfrutar de la totalidad del evento. Que transcurrió en medio de un gran
ambiente y estupendas actuaciones de todos los artistas referidos
anteriormente, por los comentarios entre otros, de personas allegadas al sello,
como Frankli o Peri de Jarrea! José Miguel, La Chichara o Makoki del
programa de radio Se Akabó El Silencio,
en donde no hace mucho prepararon un estupendo especial al proyecto hispano
brasileño colaborativo “Punk Contra O Fascismo”. Y en donde
precisamente, participaban uno de los protagonistas de la noche, Peste y Mierda. Nos quedamos con las
ganas de presenciar en vivo una vez más a Distrauma, ya que la fama antecede sus buenas descargas,
pero al menos pudimos charlar y tener un rato de distensión agradable con Carlos el baterista incansable agitador
cultural con su fanzine, sello y
distro musical BkB distro-zine. Y
tanto con él, como con Marga, nos
emplazamos a quedar más adelante, siempre que los hados lo permitan, en la Asociación Cultural El Tugurio, que
regentan ambos y que está programando gran cantidad de eventos, bastante
atractivos en vivo, en la ciudad de Córdoba. Precisamente, desde Córdoba
incluso fletaron grandes autocares. La verdad, que el ambientazo, era de esos
que ya prometía; incluso, en las propias inmediaciones del estacionamiento del
recinto en donde está ubicada la fantástica sala Palo Palo. Oasis, sin duda, de cultura combativa y rockera, en
medio del panorama cada vez más enrarecido, diezmado y de persecución que azota
al Sur Peninsular.
Otros
artistas que derrocharon talento esa noche y que desplegaron un potencial en
vivo aplastante, según nos llegaron también comentarios de fuentes muy fiables,
amigos y del público presente, fue El
Petas y Birras Band y El Marcha.
Al Er Petas tuvimos la gran
oportunidad hace unos años de compartir escenario con él y departir en los
camerinos, ya que íbamos invitados Black
Pantera y un servidor, para hacer unos cameos con La Pila Punk en la sala La
Trinchera de Málaga. Entonces, se celebraron diez años, desde que echara a
andar la formación malacitana, hará
unos cuatro años de dicho evento, también intervendrían y participarían de
la gran fiesta las bandas Marabunta y
Malaka Youth.
Volviendo
a la noche del sábado 19 de mayo, pudimos disfrutar nada más llegar
prácticamente, de la atronadora actuación de Peste y Mierda. Sobre Marga,
que también compagina el puesto de guitarrista en Patxangoi! recayó la responsabilidad de las seis cuerdas, ya que Jevi tenía lesionada la mano y tan sólo
pudo cantar esa noche. Mientras, Carlos
como en otras tantas jornadas, hacía doblete a las baquetas, ya que esa noche
tocó previamente con Distrauma. Del
disco que está rompiendo expectativas en los medios under y no tan under, “Punk
Contra O Fascismo”, tocarían al comienzo “Ratas de Ciudad” y ya,
en el tramo final del concierto “Sangre en los Guetos”. Entre tanto,
irían descargando potentes temas de sus discos "A los peces muertos se los
lleva la corriente" y “Si ellos
son tu agobio, se tú su peor pesadilla”. Canciones como “Puto JNR” o “Enganche del 15”, irían
calentando el ambiente, entre consignas libertarias con mucho mensaje social. También, habría recados para las autoridades corruptas que
hicieron la vista gorda a favor de los especuladores que se han hecho amos y
señores, desde un tiempo a esta parte de la Costa del Sol, con el tema “Kosta del golf”, sin tener en cuenta
sobreexplotación energética de ninguna clase o el impacto medio ambiental que
ello conlleva. Jevi se despide con
el tema “Trabajo jo, jo, jo” del público y amigos asistentes y con una
frase demoledora. “no os dejéis explotar,
el trabajo es el principal camino para acabar con la esclavitud”. Cerrando
una visceral y explosiva actuación.
Comentar,
que también pudimos saludar a Jesús de
Miskatonik Records, entre el
estupendo ambientazo y amigos del Centro
Sociokultural Autogestionado El Bujío Records de Casariche, muy cerca de
Marinaleda. Una iniciativa que está teniendo desde hace más de una década,
también mucho calado a nivel social y cultural en la zona.
La
noche de punk rock iba acabando y
tras departir con amigos y cambiar impresiones con Jevi y Carlos de Peste y Mierda, nos disponíamos a
encarar el tramo final del festival, con la formación madrileña Madpunk. Un grupo integrado por
antiguos miembros de Espasmódicos, TDeK y Larsen. Más concretamente, Magüu
y J. Siemens, destacan como miembros
históricos de Espasmódicos y TDeK, mientras Estebandarra se unió en principio, como bajista, a las bandas
mencionadas para rememorar la gira Espasmódicos
Vs. TDeK “Tiempos de Kalashnikov”, que visitó hace unos tres años
Granada y la provincia de Málaga y que pudimos dar rendida cuenta del periplo
andaluz en La Factoría del Ritmo
#25. La formación homenaje al punk madrileño de los 80 y más concretamente a Larsen, TDeK y Espasmódicos, la
componen pues: Manuel Pilarte “Magüu”
a las baquetas, a las guitarras J.
Siemens y Estebandarra;
mientras, el bajo corre a cargo de Héctor
Lucas y la voz la pone el histórico cantante de Larsen, José Luis Salcines
"Monje"; que también pudimos disfrutar de su show en vivo, hace unos años en la Sala Alex’s de Pizarra, junto a un antiguo miembro de Sex Führers y amigo del sello, el
batería Carlos SF y la formación que descargó en aquella ocasión, Sagrada Familia.
Madpunk abrió el primer bloque del concierto con temas de Espasmódicos, “Días de destrucción” y
para hacer honor a batería de metralla sónica que iban a disparar a diestro y
siniestro el grupo madrileño, enlazó con “Soy cruel”, para acabar este primer
bloque con “Serafín”. El siguiente bloque fue para TDeK y eligieron tocar canciones del disco de 1986 “Carnevisión”,
tan vigente hoy día; temas como “Carne picada” e “Interrogatorio”.
Acabaron dicho bloque con el tema “¿Qué es este temblor?”, una canción
que en su día fue cara b del single “La senda de los elefantes”.
Y que curiosamente, no tocarían en esta ocasión. Y es que repartir temas de
tres bandas genuinas del punk de los
80, era complicado, aunque no, una tarea imposible.
El
público no paró de cantar y bailar, se formaron los típicos pogos e incluso
pudimos comprobar in situ, como Magüu bromeaba con Esteban, lanzándose algún que otro escupitajo a modo de
reconocimiento mutuo. Monje estaba
loco por cantar alguna de las suyas y es que tal y como iba transcurriendo la
actuación, ya tocaba. Y las canciones elegidas para tal cometido fueron: “Lucha
contra el tecno” y “Noche de destrucción en Rock-Ola”,
que adaptaría de forma figurada, al momento catártico por el que pasábamos
todos los absortos asistentes en ese momento.
De
nuevo, Espasmódicos entraba en
escena de la mano de Madpunk con los
temas “Están deseando que te pongas a temblar”, “El día que me falló Superman”
y “Tía,
vete a cagar”. En bloques posteriores, seguirían usando el mismo patrón
y descargarían temas esenciales del punk
ibérico como “Te quiero” de TDeK,
“1943”
o “Mata”
de Espasmódicos y “Nacido
de la pota de un punk” de Larsen.
Para
el tramo final, Magüu reservó su
vena más reivindicativa y comprometida, esta vez en favor de la causa Palestina.
Que como bien, apuntó el carismático batería, ya en 1984, cantaban contra la
opresiva política armamentística de Israel, siempre con la connivencia de
Estados Unidos, a pesar de los daños territoriales y humanos que llevan
causando a lo largo de décadas. Tocaba “Israel” y tocaba recordar la doble
moral e hipocresía de muchos países poderosos en este conflicto, que provocaron
ellos mismos.
El
bis y traca final, se hacía presagiar apoteósico, como fue finalmente, tras una
pequeña pausa y descanso que se tomaron los músicos. De Larsen sonó el archiconocido “Frontera francesa”, de TDeK reservaron otra joya del punk estatal como “La farmacia de mi barrio”
y acabaron el bis y el concierto con uno de mis temas favoritos, “Enciendes
tu motor” de Espasmódicos.
Tres grandes bandas del punk genuino
madrileño de los 80, estuvieron muy bien representadas en la noche del 19 de
mayo en la sala Palo Palo. Y estamos
seguro, que serán uno de esos bolos que perdurarán en la memoria colectiva del
lugar por siempre.
Texto:
Ferri
Fotos:
MB. Neave Art
Fuente: La Factoría del Ritmo, junio 2018.
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