The Oddballs - We Are... The Oddballs!!! (reseña)
The
Oddballs - We Are... The Oddballs!!! CD / LP (FOLC Records 2016)
Hay una nueva banda de prófugos músicos en la ciudad
costasoleña de Málaga, desde hace un tiempo van dejando un rastro, a pesar de
tratar de evitarlo por todos los medios en su afán de huir del gobierno, de
alcohol, desenfreno y mucho rock and roll.
Si entre los 60 y 70 hubo bandas como The Stooges, MC5, New York Dolls o Kiss que sentaron las bases del shock rock, vienen estos alter egos de los Violentos de Kelly (Kelly’s Heroes) con el sargento Oddball y su tanque Sherman como una
apisonadora sónica en primera línea de fuego a descargar todo su potencial y su
“tank-rock” en nuestros tiernos
oídos, otrora equivocadamente curtidos en mil lides del rock. Pero ese entrenamiento previo, no fue suficiente para poder soportar
e inclusive asimilar el bombardeo tanto en el tocata, como en sus bolos en
directo, como el que tuvo lugar no hace mucho en la rockera y singular Pizarra
(Málaga) y su emblemática sala Alex’s. Y es
que estos chicos, que provienen a su vez de una banda potente de rock and roll & rockabilly, como fue
Puño Americano, desde
que decidieron cambiar su rumbo a forajidos sin alma y sin contemplaciones, han
ganado muchos más adeptos por aquello de que el malo de la película siempre cae
mejor, como cantaron en su día Barón Rojo. Tiene
ese punch que le otorga el
eclecticismo de los sonidos más duros del underground
e incluso oscuros del rock and roll de
cualquier época, no sólo del proto punk,
garage o rock clásico de los 50. De hecho, tras varias escuchas del disco y
poder disfrutar de sus directos locos, es inevitable no percibir influencias de
bandas tan cercanas en desmadres, puestas en escena brutales y rompedoras tanto
en lo visual, transgresoramente hablando, como en lo estrictamente musical, Misfits, Meteors y como no Cramps, son sin
duda fuentes de las que hemos bebido todos, y creo que sin equivocarme, este
quinteto imposible, no sólo ha bebido, sino que como en su estupenda etílica
canción “No Sé Bailar” se ha emborrachado hasta rozar el coma, para
dar tumbos, giros imposibles y saltos en el trapecio del frat-rock y R&B.
Curiosamente, el disco reseñado “We Are… The Oddballs”, abre
con un tema irónicamente titulado “The Last Song”. En donde el temple del bajo y
batería envuelto en las atmósferas del saxo, y la voz rota anticipan y resumen
el espíritu del álbum a base de punk and
roll rápido, sucio y contundente, sin que te dé tiempo ni a asimilar que ya
te han captado para su causa. A continuación, lo que vendría a ser una fuga,
pero en este caso con olor a cuerno quemado… Más bien muerto, viene otro gran
tema “Dead
deers”. Cuando la cosa va de bongos y sube la temperatura, se nos viene encima
el rollo surf con “Bongos &
Fireball”, eso sí con unos coros entre disolutos y terroríficos,
que nadie querría toparse con sus autores en un solitario callejón oscuro. Con
unos tipos tan violentamente aventureros no puede faltar el whiskey y las broncas que muchas veces
conlleva las consecuencias de una noche húmeda y heridas de guerra como
recuerdo para esta canción “Broken Teeth”. Volviendo al campo de batalla,
se destapan con un combate entre tanques con “Sherman vs. Tiger” para
dejarte listo y a corazón abierto. Y hablando de corazones, no pueden faltar
corazones o lobos solitarios, para el caso que nos ocupa y bajando un poco las
revoluciones del disco pero sin perder el Norte, hablamos de una estrella
solitaria, “Lonely Star”, elegante y sugerente versión de Los Saicos. Con el tema que da título
genérico al disco vuelve la depravación y es que en ninguno de los surcos del
vinilo, clusters del disco duro o sectores del CD, han dejado por un momento el
traje de faena o más bien, el uniforme de soldados casi de fortuna, de aquellos
que van a dar lo mejor de sí mismos en donde les pagan, ya sea en especies o
vil metal, sí aquí están The Oddballs y para
quedarse mucho tiempo, “We Are The Oddballs”. Hubo
momento y lugar también para los covers,
en directo, pudimos disfrutar de viejos temas de Cramps o Misfits y para
el disco reservaron ese honor, eso sí, para llevarlo a su campo y particular
estilo desenfadado, además del tema anteriormente reseñado, la canción de Los Chicos de título “We Sound
Amazing But We Look Like Shit”. Con el tema “Slowly
Killin' Me” de introducción candenciosa a base de buen bajo con
presencia como mandan los cánones del punk
rock y escalonadamente yéndose añadiendo batería, voces y resto de
instrumentos, hasta conjuntar y confluir en una ansiada muerte dulce. Y como lo
bizarro estaba llamando a la puerta a cañonazos, no podía faltar un tema
absurdo y cachondo al más puro estilo Ramones como “Nazi Zombies
Ate My Baby”. El disco de nuevo envuelto en una turbia nube húmeda
de alcohol y oprobio se cierra con el tema “Whiskey A Go Go” de
manera fenomenal. Si os topáis con estos individuos camuflados de rockeros,
sólo tenéis dos opciones: tratar de salir corriendo a tiempo, contando con la
improbable suerte a vuestro favor, cual lotería del euromillón hubiera recaído
sobre vosotros, porque lo más seguro que seáis cazados ipso facto, eso o uniros al fatídico comando y ser partícipes de
sus hazañas belicosamente rockeras sobre los fatídicos escenarios y no olvidéis
de comprarles el disco, si realmente queréis conseguir un salvoconducto para
salvar el pellejo, queda dicho.
The Oddballs son: Mario, guitarra; José, bajo; Javi,
batería; Juanillo, maracas
y golliat; Dani, saxo, voz y tabla de lavar.
El cover art tanto
del CD como del vinilo corrió a cargo
del magnífico ilustrador Cejota.
Links del
grupo:
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