Motor Circus Festival
2017, 6 mayo – Ciudad Deportiva del Puerto de Santa María, Cádiz.
El festival Motor Circus, nace como una gran iniciativa para dar cancha a la
música que sirve normalmente de banda sonora de espectáculos multitudinarios; ya
sea de apoyo y telón de fondo del speaker
de un gran acontecimiento deportivo, para recibir a un club deportivo o
inaugurar una gran gala del deporte. En este caso, preceder como espectacular
antesala del mundial de MotoGP
España en Jerez de la Frontera, Cádiz. Grandes artistas como Love of Lesbian, Los Zigarros o Silvia
Superstar engrosarían el ecléctico cartel encabezado por el genial Iggy Pop y unos sorprendentes Crystal Fighters. Además, de contar con
formaciones de música electrónica y DJ
de alto nivel como Nasty Mondays, Colin Peters, The Zombie Kids y el gran Fatboy
Slim.
Aunar fuerzas gracias al fenómeno
motero y rockero, muchas veces entrelazado, viene de una larga tradición desde
los años 60, no sólo por la estética y forma de vida de ambas tribus urbanas, muy
afines en muchos aspectos, tales como ideales de libertad y lidiar o curtirse
con las duras enseñanzas de la escuela de la calle. Aunque, en un principio el
experimento no salió demasiado bien, como en el festival como Altamont 1, en contraste con la antesala del Woodstock 2. Sí es
cierto, que en más de una ocasión grandes eventos o macroeventos posteriores y
hasta bien entrados nuestros días, han sido celebrados en circuitos de
velocidad de vehículos motorizados, como por ejemplo el famoso e histórico
festival de Donington Park en las
inmediaciones del famoso castillo y el condado de Leicestershire, cuando las
mejores bandas de rock duro y en los últimos
años thrash y hasta nu metal, desfilaron por los escenarios
montados para tal ocasión. Ya en futuras ocasiones y en el mismo marco,
seguirían la tradición otras promotoras, adaptando las nuevas propuestas
musicales a los nuevos tiempos. El festival Motor Circus, bebe un poco de estas fuentes, por decirlo así, y es
que en esta primera edición eligieron unos estilos muy dispares, en donde se
buscaba sobre todo el animar el ambiente, ya de por sí festivo, que debe
preceder a toda celebración multitudinaria. En donde además de rock, había presente música de DJ, dance
o alternativa.
Por cuestiones ajenas a la
organización y a nosotras mismas, personas encargadas de cubrir el evento
musical para La Factoría del Ritmo,
nos fue imposible hacer los preparativos y desplazarnos con suficiente tiempo
de antelación, ante la premura o urgencia surgida tan sólo unas horas antes de
comenzar el acontecimiento y que supuso realizar el trayecto de desplazamiento
de varios cientos de kilómetros con el tiempo muy justo, o como se suele decir
coloquialmente, sin pausa, pero sin prisa. Porque lo importante siempre es
llegar a los sitios y la carretera andaba bastante transitada por automóviles,
pero sobre todo por motoristas, que muchos de ellos saludaban con sus
característicos gestos.
Llegamos con el tiempo justo y
necesario para gestionar las credenciales e irnos flechados para el backstage y tratar de tomar posiciones
de cara a la actuación, de quizás uno de los músicos más icónicos, influyentes
y de gran personalidad del rock de
todos los tiempos, James Newell
Osterberg, Jr., más ampliamente conocido por su alias artístico Iggy Pop. El curtido rockero que cuenta
con 70 primaveras prácticamente recién cumplidas y el longevo currículum de
artista, ya sea en solitario o como miembro de las bandas legendarias como The Iguanas o The Stooges. Apareció en escena creando amplia expectación entre el
heterogéneo publico asistente, en donde podías ver en las primeras filas a
seguidores del indie, moteros,
heavies y punks, además de quizás
personas más neutras o de tipología “estándar” y difíciles de clasificar en
cuanto a tribu urbana se refiere, muchas de ellas casi hacinadas en la zona VIP o como bautizaron y le oí a
compañeros referirse a esta atípica zona elitista, el “corralito”. Y es que
este tipo de medidas un tanto clasistas, no dejan de sorprenderme a día de hoy,
muchas exportadas, como no, de la omnipresente USA. Incluso, llegamos a presenciar un conato de altercado entre un
miembro de seguridad y alguien que perdió los papeles insultando y que creyó
haber pagado por el supuesto privilegio. En realidad, dicha zona quitaba
bastante espacio con respecto a lo que podría haber sido un foso más amplio para
los fotoperiodistas y ya no digamos, con respecto al público con entrada
general en la zona central al otro lado de la valla. A pesar de todo, el clima
de fiesta prevaleció sobre cualquier otro aspecto distinto, que pudiera haber
hecho aparición en un ambiente tan ecléctico y bullicioso, en un momento dado.
Iggy con su presencia atemporal y personalidad arrolladora llenó el
escenario el solo, se metió en los bolsillos del pantalón de camuflaje que
lucía para tal ocasión, a los miles de fans
y curiosos que se habían dado cita en el recinto deportivo de la playa de la
puntilla del Puerto de Santa María, junto a la margen del río Guadalete. Y para
abrir fuego, lo hizo nada menos con todo un himno del punk, versioneado en multitud de ocasiones, “I Wanna Be Your Dog” de Stooges. Pero, como se suele decir, no
hay nada como el original y más cuando hemos llegado a oír en algún directo
pasado, frases como, mira están tocando
una de Vulpes, cuando en realidad no era la adaptación de la famosa banda
vasca, sino el cover original firmado
por uno de los tipos, junto al escritor William
S. Burroughs, que se ha ganado a pulso el honorífico título de “Godfather
Of Punk”, el señor Iggy Pop.
Le siguió otro temazo, “Gimme Danger”, casi sin tiempo de
reaccionar y hasta de preguntarnos cual sería el secreto de la buena forma en
que se mantiene no sólo en cuanto a aspecto físico se refiere, sino vocalmente,
que vozarrón luciría a lo largo de toda la descarga. Iggy nos iba sumiendo en un viaje hipnótico, que iba más allá del
tiempo y las sensaciones, cuando casi sin darnos cuenta estaban sonando los
acordes del tema “The Passenger”, a la vez que se iban formando pequeños pogos,
al principio algo tímidos y conforme fue transcurriendo la actuación se irían
intensificando, siempre con el tono de diversión y de fiesta que merecía la
ocasión.
La actuación de este gran artista
de Michigan, pero tan ligado a Detroit, ciudad tan vinculada al motor y por mor
a los sonidos más duros y afines entre los oídos más finos de ambas
especialidades, aún tenía un extenso set
list que presentar. “Lust For Life” encabezó un grupo de
temas, que independientemente fueran singles
o hits en su tiempo, siguen muy
vigentes a día de hoy. De hecho, prácticamente fue enlazando temas con temas,
sin apenas pausas o presentaciones, que haberlas las hubo también, dedicando
algunas palabras en castellano al respetable. Le siguió “Sixteen” y el público no
paraba de brincar, bailar y cantar. Al cual siguió un tema muy shock rock y que particularmente siempre
me ha gustado mucho, “Skull Ring”, sin ningún tipo de
detrimento para otros éxitos o temas más consagrados, a pesar de no haber
ninguna canción o prácticamente ser imposible encontrar algún tema de los
llamados de relleno a lo largo de su impoluta y extensa carrera. En este caso,
el estribillo machacón venía que ni pintado por el marco en que tenía lugar la
actuación y las propias circunstancias de la misma:
“Anillos de cráneo,
Coches rápidos
Chicas calientes
Dinero
Anillos de cráneo
Coches rápidos
Chicas calientes
Cosas lujosas” 3
Perdonando un poco el obvio
comentario machista, el resto de versos daban rendida y completa cuenta de gran
parte de lo que estaba aconteciendo irónicamente en el lugar, pero tanto Iggy como su experimentada banda, el
público presente, todos seguimos a lo nuestro, que era una gran fiesta de rock, camaradería de magia y energía que
recorría el escenario y traspasaba cualquier barrera u obstáculo que pudiera
encontrarse por el camino, a modo de feed-back.
Grandes canciones como “I'm
Sick of You”, “Some Weird Sin” o “Repo
Man” precederían a temas históricos de los Stooges, como el archiconocido “Search and Destroy” y “Down
On The Street” procedentes de “Raw Power” y “Fun House” álbumes
respectivamente de 1973 y 1970. Y es que la historia de varias décadas e
influencias de múltiples estilos y subgéneros estaban cobrando vida una vez más
delante nuestra, reinventando y logrando progresar y avanzar en términos de proto punk, post punk o quizás sonara por momentos a hard rock o más garage y
a ratos new wave en los tiempos menos
densos. Pero el caso, es que Iggy
estuvo pletórico e inmenso en cuanto a facultades, realizando sus típicas y tan
características poses y bailes, que en un momento parecía que se iba a desarmar
o desencajar y al rato siguiente se encaramaba a unos cables que brotaban de
los grandes bafles exteriores del escenario o se tiraba al público tal cual. Digno
de admiración, y como no, sus escupitajos al viento y gestos que más que de
iguana, por estas tierras bien pudiera asemejarse a las de un camaleón.
Llegado al tema “Mass
Production” le seguiría una pausa, tras la que vendría una canción más
sosegada y elegante, “Gardenia”, de nuevo cuño y
perteneciente al último disco que está presentando “Post Pop Depression”. En
la que si había duda y ya sin tanto arropamiento atronador, hizo acopio de su
genio y cantó maravillosamente bien en su personal tonalidad grave. Para ya ir
acabando el último tramo del concierto en el que la noche fue cubriéndonos
sobre su negro manto, y los temas se iban sucediendo vertiginosamente pero con
un Iggy que se mostraba muy
receptivo con el público y no quería dejar el escenario. Tras la pausa que dio “Gardenia”
volvieron los temas más trepidantes y con ellos los pogos se intensificaron en
un recinto, que aunque quizás tan sólo se llenó un poco más de media entrada,
con Iggy por momentos daba la
sensación de estar abarrotado, por el tumulto y calor humano presentes. Estos
temas que nos llevarían entre la hora y tres cuartos y las dos horas cercanas
de duración, no serían otros que “No Fun” y como no, para el tramo
final del bis extra largo sonarían otros tantos clásicos himnos de Stooges: “Loose”, “1969”,
“Raw
Power”.
En este tramo final, pude ser
testigo de excepción, de un hecho que me hizo muy feliz, ya que
desafortunadamente me había perdido la esperada y ansiada actuación por mi
parte de Silvia Superstar, al menos
pude disfrutar como fan desde los comienzos
de Killer Barbies, el poder
comprobar el grado de admiración de ella hacia el gran Iggy, cantando en todo momento, bailando, grabando algunos
instantes con el móvil y disfrutando en suma como alguien más del público y
agazapada de forma discreta en un lateral de la valla, aunque para mí en
concreto no pasó para nada desapercibida. Al contrario, fue un lujo verla
cantar en un tema que ya de por sí había versioneado ella, “Candy”. Sinceramente,
fue un momento en el que tenía la vista repartida entre Iggy y Silvia. Antes, Iggy había cantado “Wild One” y ya para
acabar del todo, en el que podríamos comentar como último bis, se despidió con
el tema de Stooges, “TV
Eye”. En lo que sin duda fue una actuación sensacional, en las que si
no rondaron las dos horas de actuación, poco faltó. Y hubo momentazos de todo
tipo, incluidas las graciosas sombras chinescas con las que prácticamente a la
par que bromeaba, simulaba hacer un lagarto sobre las lonas del escenario y se
iba despidiendo, hasta que finalmente hizo el saludo casi protocolario con el
resto de los músicos en agradecimiento al público que vibró durante toda la
descarga del adrenalítico Iggy Pop.
Lo que vino a continuación, fue la
improvisación de una rampa de lanzamiento, junto al lateral del escenario
musical y la torre de control de sonido y DJ.
Que serviría para el espectáculo acrobático de motor de trucos de freestyle de la mano de Dany Torres, ganador de la Red Bull X-Fighters en 2011. Le
acompañó su compañero y amigo Pedro
Moreno, también laureado con torneos como el Campeonato de España de Freestyle en 2013. Obsequiaron a los
aficionados a estas arriesgadísimas acrobacias con numerosos saltos y retos
mortales, que incluso sobrecogieron en más de una ocasión a público neófito a este
tipo de modalidad de motociclismo de estilo libre.
Crystal Fighters cumplieron las expectativas en un ambiente
tan festivo y proclive a la música bailable. Su propuesta más “dance”, entorno
a la música electrónica e indie, fue
muy propicio para ello. Mucha fusión e incluso cierto toque étnico y folk no sólo por sus vestimentas y
avales como los hits “Love Is All I
Got” o “You
And I” inundaron de fiesta el recinto del festival.
Otros momentos destacables de su actuación fueron temas también conocidos de la
banda como “Xtatic truth” o “I Love London”.
Al acabar temporalmente las actuaciones en el escenario principal, se
alternó con el escenario habilitado en uno de los pisos de la torre de control
de sonido y The Zombie Kids comenzaron a amenizar al personal pinchando
en su sesión de música house & dance, mientras se hacían los preparativos pertinentes para
acomodar la mesa y aparatos del archiconocido Fatboy Slim.
Fatboy Slim, siguiendo un poco la dinámica rave de la noche, desde que hizo
aparición en el escenario principal y apoyándose en video montajes a su espalda
y rayos láser, se metió al público en el bolsillo, con su propuesta de acid house y big beat. En su repertorio de ritmos trepidantes con sampler,
guiños y homenajes especialmente
dedicados a los relativa y recientemente grandes fallecidos Prince y Bowie
(abril y enero del año pasado, respectivamente) y aún conmocionado el mundo de
la música. También habría recuerdos para Ramones y su famoso estribillo
de “Hey Ho, Let's Go”, “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana
o el hiper versioneado y sampleado “Get
Up (I Feel Like Being a) Sex Machine” de James Brown. Intentar
calcular los trabajos realizados por este incansable músico, productor, DJ y explorador aventurero en
expediciones al ecléctico mundo de la música popular contemporánea, es harto
complicado. Como curiosidad, mencionar de su pasado esplendoroso en la
formación de rock The Housemartins
o con la banda británica de acid house
Freak Power, para terminar dando el salto mortal, que es precisamente de
lo que iba la noche, hacia el big beat 4.
Y de todo el legado que nos hizo disfrutar a lo largo de la ya parcialmente
brumosa y fría noche, en las postrimerías del evento y cercanías de las orillas
húmedas del próximo Guadalete, en su desembocadura al bravo mar Atlántico.
Cuando acabó la actuación de Norman Cook, alías miles, pero más conocido
por Fatboy Slim, The Zombies Kids siguieron con sus sesiones de DJ hasta altas horas de la
madrugada. Nos quedaba aún un largo
camino de regreso, despedidas de compañeros y miembros de la organización que
nos facilitaron en todo momento las labores propias de poder informar de este
singular acontecimiento deportivo musical, que esperamos con total sinceridad
los que suscribimos el artículo pueda tener una buena y saludable continuidad.
Notas aclaratorias:
1. Altamont, en este caso se hace referencia al famoso festival cuyo nombre original es Altamont Speedway Free Festival, celebrado el 6 de diciembre de
1969. Fue organizado por la banda británica The Rolling Stones y tomaron la polémica decisión de encargar la
seguridad a los Ángeles del Infierno
o Hells
Angels, con el fatídico resultado de la muerte de un joven que empuñaba
un arma e iba intoxicado por estupefacientes a manos de un motero perteneciente
a esta agrupación. El festival de Altamont
también es conocido como "La muerte
de la nación Woodstock", pues supuso para críticos y entendidos el
final de la era hippie y en años no
se permitió un concierto de similares características.
2. Woodstock Music & Art Fair o Festival de música y arte de Woodstock, fue un macroevento que se produjo casi de forma espontánea, en plena efervescencia
y apogeo del movimiento hippie, la celebración se repartió entre los días 15,
16, 17 de agosto y hasta bien entrada la madrugada del 18 de agosto de 1969.
3. Traducción al castellano del estribillo de la canción “Skull
Ring”, publicada por Iggy Pop
en el año 2003. El décimo quinto álbum de estudio de igual título genérico que
el tema “Skull Rings”.
“Skull rings
Fast cars
Hot chicks
Money
Fast cars
Hot chicks
Money
Skull rings
Fast cars
Hot chicks
Fancy things”
Fast cars
Hot chicks
Fancy things”
4. Tal es la abrumadora y longeva
trayectoria del ecléctico y camaleónico Norman
Cook “Fatboy Slim”, que entre
sus numerosas anécdotas y participaciones musicales, tiene una en concreto
junto al gran protagonista del evento, Iggy
Pop. Para la banda sonora de la serie de TV “Héroes”, realizó la versión de la formación The Monochrome Set "He's Frank (Slight
Return)" e Iggy fue
cantante de dicho tema.
Texto: Ferri
Fotos: MB Neave
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