Una nueva banda formada por músicos que proceden de bandas como Los
Harakiri o Perro Mojado, que ofrecen un apetecible vinilo de 7 pulgadas,
con una bonita estética en la carpeta y un saludable contenido.
Desde el reino nazarí de Granada
y vía Al-Ándalus, miembros procedentes de bandas cañeras de garage, como Los Harakiri o Perro Mojado,
hacen surgir esta interesante propuesta musical, en forma de banda punk, de nombre tan pintoresco e
intrincado como Uralita y Los
Fibroesqueletos; pero, a la vez con ese aroma y referencia ochentera que se
agradece, cuando rememora lo más subterráneo de los sonidos after punk o new wave; como es el caso y viene en píldoras tan sumamente
frescas, en forma de canciones irreverentes, desenfadadas, con ese toque
siniestro o toque oscuro y ciertos tintes de humor negro, que puede sumergir al
oyente o público en dimensiones de forma bastante gratificante y
terroríficamente underground.
La banda la componen tres
personas que se hacen llamar: Alba
Uralita (voz y teclados), Antonio el
Deshollinador (guitarra y voces) y Álvaro
Tapiador (batería y coros). Agrupación atípica según se mire, pues carecen
de bajo, aunque el teclado de la vocalista Alba,
llena rotundamente y consigue las atmósferas necesarias, perfectas para los
amantes de los sonidos más irreverentes de los ochenta. Arropada por la
guitarra reverberante de Antonio y
el ritmo percutor de Álvaro a las
baquetas. La alquimia y superpoderes de la banda radica en una extraña afección
provocada por el amianto, lo cual les llevará a unir fuerzas y combatir el mal
instalado en su ciudad, a base de buenas dosis de punk.
El artefacto sonoro, un EP de vinilo de siete pulgadas en color
negro de toda la vida, que sirve como carta de presentación, a nivel de debut
discográfico. Lleva el título genérico de “Nociones sobre amianto”. Que resume
un poco la épica del grupo, en cuanto a parafernalia catártica, de huir de lo
mediocre y cotidiano; aunque sea, a base de una buena dosis de intoxicación por
amianto y efectos reverb; como, bien
define la propia banda en su bandcamp,
fiel anticipo de lo que sobreviene. El
disco se compone de dos temas por cara, aunque en la versión digital incluyen
dos canciones extras, a modo de bonus
tracks. La cara A se abre con la canción “El hombre que moría todos los
días”. Una canción de temática truculenta, que aunque podríamos
encuadrarla en el garage punk acelerado de toda la vida, por los
antecedentes de los músicos que intervienen, se intuyen ciertos ritmos psycho, que le vienen que ni pintados a una
letra, ya de por sí sangrienta y desquiciada. O sea, un temazo para abrir boca
y estupendo preámbulo, de lo que nos deparará el resto del diabólico y seductor
plástico negro. La canción que le sigue es “Elena”, un arquetipo de antiheroína
y en donde el concepto de antisocial alcanza límites nihilistas insospechados,
que en lo musical sigue manteniendo la pulsión punk de seguir pinchando el disco hasta pulirlo; pero, ya con la
disyuntiva de si cambiar de cara o seguir machacando la adictiva cara A, antes
de dar el siguiente paso. Y es que es de esos discos, que engancha y van
gustando, conforme se va escuchando una y otra vez.
La cara B, la abre el cover “Quiero
pasarlo bien”, con ese característico riff guitarrero introductorio muy a lo Cramps, de la banda Desechables.
Uno de tantos imprescindibles referentes de los ochenta, para Uralita y Los Fibroesqueletos y en
realidad, para cualquier grupo que haya querido surfear a muerte, entre las
sinuosas aguas que bordean el garage punk
y el pyschobilly. Un tema irónico y
descarado que le sienta estupendamente a la banda granadina, con Alba como vocalista principal. Y
volviendo al que podríamos llamar origen y lisérgico cúmulo de situaciones, que
revelan el nacimiento de la banda, le sigue un tema en honor a uno de sus
valedores, “Manuel Benítez”. La ciencia ficción más surrealista se da la
mano con el post-punk, para parir
este tema más punk rocker, en donde la guitarra de Antonio el Deshollinador realmente
abrillanta el mástil de su hacha a base de efectivos solos, arropado por el
teclado siempre presente de Alba Uralita
y el ritmo tenaz de Álvaro Tapiador
a la batería. Un estupendo colofón, para acabar el disco físico. Porque en internet y gracias a la tecnología streaming, se puede oír y descargar los
temas inéditos, a modo de bonus tracks:
“El
niño corneta” en el cual Antonio
recoge el testigo del relevo a la voz. Mientras, en “Psicopatía conyugal”
vuelve a retomar el micro Alba.
Consiguiendo dos estupendos temas, muy en la onda de los anteriores y a unos
niveles de calidad bastante aceptables. Teniendo en cuenta, el momento
complicado por el que pasa el punk y
el garage, proveniente en su mayoría del
underground o abocado cada vez más a
escenas marginales, con respecto a lo que marca el mainstream o el “gurú” de
turno. En el cual cada vez más, surgen bandas talentosas, como la que nos ocupa
y cada vez hay menos sitios para tocar, es todo un logro, no sólo a nivel
creativo, sino un esfuerzo y lucha constante por mantenerse y tratar de vencer
heroicamente al injusto estado efímero permanente, en el cual si no te hacen cool, te lo tienes que fabricar tú. Pero
ahí también radica la belleza y autenticidad de estos trabajos, que vienen a
recompensar todo el tesón y agallas, que hay que echarle a estos proyectos
musicales, para que tengan una continuidad y vida lo más intensa posible y si
no fastidian demasiado, hasta longevidad. Si no, siempre queda reinventarse una
vez más y no cesar en el empeño, todo sea por el punk rock.
El artwork viene trabajado muy concienzudamente y con muy buen
resultado, de la mano de Maldedades y
Herederos. El mastering del disco
lo hizo Pedro Izquierdo en Runaway Recording, aunque anteriormente
fue grabado y mezclado en el propio local de ensayo, lo cual en el ambiente garage, siempre es de agradecer. A falta
de pasta, el ingenio basta. La discográfica viene arropada por las aportaciones
de los sellos: Sweet Grooves Records,
La Sociedad Fonográfica Subterránea,
Collector’s Series DIY, Malicia Records y Lurleen Lumpkin Records. Y para echar el resto la palabra la tienes
tú, pero sinceramente, yo que tú, no me lo pensaba y me pillaba este gran
disco, antes de que se agote y por supuesto no me perdía el directo arrollador
de Uralita y Los Fibroesqueletos.
Links relacionados:
Uralita y Los Fibroesqueletos
Sweet Grooves Records
La Sociedad
Fonográfica Subterránea https://www.facebook.com/sociedadfonograficasubterranea
Collector’s Series DIY
Malicia Records
Texto: Ferri
Fotos: archivo de Uralita y Los
Fibroesqueletos
Fuente: La Factoría del Ritmo
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