Eras una de
esas personas que desprendías un ángel especial. Una voz privilegiada y un
talento y genio que te ha acompañado siempre, incluso en los momentos más
duros. Te tocó pelear contra una de las enfermedades más devastadoras y le
plantaste cara. Aun escribiendo estas palabras y costándome asimilar el duro
revés, conmocionado, siento tu energía, una energía que nos hizo sentir
fuertes, nos hizo vibrar, nos hizo muy felices. Una semana muy dura, otro golpe
más, ánimos para todos los familiares, amigos y fans... Te echaremos muchísimo
de menos. Te llevaremos siempre en nuestro corazón, en nuestra memoria, que la
tierra te sea leve...
Me está
costando muchísimo tener que escribir estas líneas, esa sensación que alguna
vez hemos tenido todos los redactores de los medios, en algún momento de
nuestras vidas. Pero es un sentimiento muy verdadero, muy difícil de expresar
sólo con palabras, tan verdadero como las importantes aportaciones artísticas y
mucho más allá de lo metafísico que pudieran haber aportado a todo un
colectivo, nuestros admirados y muchas veces, la mayoría de las veces, humildes
y grandes personas de corazón. Como lo fue, José Antonio Manzano. Y tras una
dura enfermedad, el cáncer, y a pesar de haberle plantado cara, como otros lo
hicimos, en su momento, finalmente falleció en Basilea, Suiza, este domingo 31
de marzo, a la edad de 60 años. Y con un bagaje musical como pocos en el país. Comenzó
su andadura más pop en el grupo Tebeo
en 1980, siguió con los míticos del heavy
metal estatal, Tigres de Oro,
que llegarían más tarde a telonear la primera visita de Kiss. Más tarde, llegaría la consagración de uno de los grupos más
infravalorados a nivel de leyendas estatales, Banzai, que para mí personalmente, siempre estuvieron a un nivel muy
bueno, comparable a Barón Rojo. Y también
sería a tener muy en cuenta, su excelente aportación vocal al grupo Zero y ya no digamos en solitario, con
el nombre de Manzano, que llegaría a
participar en el histórico Monsters of
Rock celebrado en el Rockodromo
de Madrid y que compartiría cartel con bandas
que estaban en estado de gracia en ese nuevo “soplo de aire fresco metalero” de
finales de los 80, como era el caso de Iron
Maiden y su álbum “Seventh son of seventh son”, Metallica y “And justice for all”, Helloween y “Keeper of the seven keys, part
II” o Anthrax y su “State
of euphoria”. Pero, las participaciones, de Manzano, no acabarían ahí, sino que el considerado mejor vocalista español
y muchas veces, comparado con David Coverdale,
aunque las comparaciones suelen ser odiosas y cuando hay dos talentos en liza,
más aún si cabe sinceramente. Sobre todo, teniendo en cuenta, los apoyos
mediáticos con los que contaron y en el contexto en el que tuvieron que lidiar
ambos. Aunque, como siempre, el camino no fue fácil. Su carrera musical no entendería
de fronteras y pasaría a engrosar filas en un interesante proyecto suizo de
nombre Emergency a principos de los
90, para pasar por dos históricos del heavy español como Niágara y más tarde por Bruque,
para homenajear a Pedro Bruque precisamente antiguo compañero de
briega en Tigres. Incluso, en 2012
volvió con la reunión de Banzai,
para grabar el directo “En vivo y potente”. Y es con esa
energía y recuerdo con la que me quiero quedar, con la del eterno luchador,
eterno corazón.
Os dejamos
con un enlace en forma de video y de despedida muy conmovedora a nivel musical,
que apareció en su cuenta de Facebook.
Texto: Ferri
Fuente: La
Factoría del Ritmo
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