La gira de despedida y 40 º
Aniversario de la banda más internacional del heavy metal hispano, Barón
Rojo y una de las mejores formaciones españolas de rock, si no la
mejor de todos los tiempos. No podía obviar una de sus plazas fetiche, desde
aquellas magníficas y míticas descargas presentando el archiconocido y laureado
“Volumen brutal” de 1982.
A partir de entonces, iría reclutando con el tiempo a rockeros de
varias generaciones, hasta llegar a nuestros días. Dejando a su paso,
históricos conciertos con el cartel de “todo vendido” o “sold out” que
dirían los anglosajones. Para tan fantástica y emotiva ocasión encima contaron
con la presencia de un valor seguro en la zona sureña, Snágora. Una
estupenda y veterana banda malacitana, con muy buenos y experimentados músicos;
que han ido forjando una carrera, no exenta de dificultades, pero cuyos frutos
y momentos memorables, se han ido traduciendo en composiciones muy trabajadas o
como el momento clave de su carrera musical, con la publicación del buen disco debut
“Larga espera” de 2016.
El ambiente previo, por un lado,
de incertidumbre y porque no, de hasta sentimientos encontrados. Porque han
sido tantos años disfrutando de una banda tan importante para entender el heavy
metal y el hard rock en la tierra de don Quijote, como aquella
referencia o caricatura que cabalgaba en la nave espacial de la portada del
estupendo “En un lugar de la marcha” de 1985. Que de repente,
casi como sin darnos cuenta y tras casi varias décadas, ya no podríamos
disfrutar nunca más en vivo de la banda comandada a día de hoy por los hermanos
De Castro, por tierras malacitanas. Qué rápido había pasado el
tiempo, pero cuanto nos aportasteis a nivel humano y social, como le
transmitiría luego a Carlos en off the record. En medio, de tanta
emoción contenida, era inevitable, por supuesto que se impusiera el buen rollo
y la positividad, ante cualquier atisbo de melancolía, que especialmente,
pudiera invadirnos en determinados momentos estelares del espectáculo.
La banda invitada, Snágora
irrumpió fuerte y rugiendo como un volcán en erupción. Puntualidad que dirían a
la inglesa, a las 21 horas, se presentó el grupo malagueño y a partir de ahí.
La banda liderada por su vocalista Fran Romero y el bajista y su
particular hermano del rock and roll, Juan Antonio Romero “Matute”,
dieron lo mejor sobre el escenario, en los aproximados 50 minutos que pudo
durar perfectamente su actuación de apertura y calentamiento del bolo. Muy bien
acompañados y arropados por los guitarristas Juankar Moreno y Alberto
Mancera y el batería Miguel “Lima”. Teniendo su disco de debut “Larga
espera” (2016) un protagonismo más que obvio por su estupenda
producción, en esta actuación que imagino, atesoraran en su amplio y trabajado
currículum musical.
Snágora es una banda que
además de haber contado con gente experimentada en el arte de las seis cuerdas
en el pasado, como José Miguel Díaz “Jomi” o momentos cumbres, como la
actuación en el festival Leyendas del Rock 2013 haciendo versiones y
homenaje a Sangre Azul. Está claro, que un momento clave en su dilatada
carrera, fechada desde 2005 hasta nuestros días, es la publicación por fin de
un disco que hiciera justicia al trabajo y constancia de unos músicos
luchadores en donde los haya. Este trabajo, “Larga espera”
(2016), con la excepción de una demo previa en los comienzos en 2006,
significará una constatación, de la calidad y recursos estilísticos con los que
cuenta la banda. En dicho proceso, intervinieron en su día, Paco Requena
en los controles de grabación en Málaga, con la culminación de las mezclas por
parte de Sergio Cascales en Tesla Records en Guadalajara (México),
otrora vocalista en la banda ochentera Black Jack y por cierto, otro incondicional
declarado de Barón y su particular disco preferido o especial del grupo “Al
rojo vivo”. La verdad, que cuantas vivencias, recuerdos y momentos
compartidos, amigos presentes y otros que por diversos motivos o no pudieron
acompañarnos o simplemente partieron hacia viajes mucho más largos. Y siempre
estarán en nuestras mentes y corazones.
Volviendo al bolo de Snágora,
pero como siempre recordar y hacer paréntesis siempre que vengan a colación,
creo que son más que merecidos, para situarnos en el propio ambiente de la
descarga tan especial que estaba teniendo lugar. Abrió de su primera demo
con el tema “Al amanecer”, un tema antibelicista, sobre aquellos
manipuladores que siempre intentan extraer lo peor del ser humano, para
provocar guerras y destrucción. Tras su tremenda irrupción sobre el escenario,
tocaba su extensivo repaso al álbum debut de 2016 “Larga espera”
con el estupendo tema “Venciendo”. Si hay algo que destacar
además de las fantásticas melodías y riffs tan currados que plasman no
sólo en los artefactos sonoros referidos, sino también luego en directos tan
vibrantes como el que tenía lugar esa noche. Otra gran baza muy a favor de la
banda Snágora, son sin duda, los mensajes de corte social o incluso muy en
onda “conmovidxs” que se diría hoy día, como el tema pro ecologista “No
queda nada”. Pero también, hubo lugar para un tema en donde se celebra
la camaradería y el ambiente normalmente festivo, que se respira en un
concierto de rock duro o heavy metal, gracias a los fans y
amistades, que muchas veces acompañan incondicionalmente a las formaciones
musicales, resumidos en el gran tema “Tú”. Que ha acompañado al
grupo desde sus inicios.
A continuación, ejecutaron “Errante”
porque como bien apuntó Fran, de todo se sale con afán de lucha y
superación. “De sangre y miedo” es otro tema que toca un tema
bastante escabroso y por desgracia una lacra instaurada prácticamente en el día
a día y la actualidad de los tabloides que no cesa, la violencia de género. Y
sin duda, hay que seguir concienciando e insistiendo para erradicarla.
Otro de los momentos importantes
en la noche y respecto a la buena actuación de Snágora, fue la
interpretación a modo de recuerdo reivindicativo y comprometido dedicado a los
mineros, “En la mina”.
Se iba aproximando el final de la
actuación de Snágora y ya los temas iban siendo enlazados unos con
otros, apenas sin pausas o solapando los mensajes de agradecimiento al
respetable con los acordes finales. Para este momento final, reservaron dos temas
de su álbum muy presente en toda la actuación, “Larga espera”,
con los títulos: “Dame más” con toques muy progresivos en el
estribillo y el contundente en favor de la libertad sexual “Bigales”.
En definitiva, rubricó una gran actuación Snágora, acorde al espectáculo
que sobrevendría en breve y circunstancias tan especiales que lo rodeaban.
Sobre las 22 horas y tras los
cambios de montaje de backline, sonó una fanfarria de entrada que
levantó al público en volandas, más si cabe cuando dicha intro se
entremezcló con los acordes un tema muy especial para la historia de Barón
Rojo en sus vuelos y leyenda conformada en Sudamérica, “Buenos Aires”.
A lo que siguió “La voz de su amo” y es que hay temas que pasen
los años que tengan que pasar, no pierden vigencia. La manipulación, ¡qué
estrategia y herramienta tan vil! para alguna gente obsesiva, que no les
importa en absoluto y con tal de conseguir sus objetivos, aprovecharse de las
vidas ajenas.
Las guitarras de los hermanos De
Castro nos hicieron viajar a 1981 y su grandioso debut “Larga vida al rock
and roll”, con precisamente el tema que da título genérico al álbum y la
versión que hizo Barón Rojo a través de la adaptación del tema de Luis
Eduardo Aute, “Anda suelto Satanás”, que ya previamente Armando
aportaría con su guitarra, junto a su autor en una versión más rockera y
hasta con toques blues.
La sala estaba prácticamente
abarrotada a esas alturas de la noche, la sensación era que si no se había
logrado llegar al “sold out” al menos poco faltaba. Finalmente, no se
podría conseguir vender todo, pero es que es una sala de gran capacidad, la de
mayor aforo en Málaga y ya el hecho de haber llegado casi al límite de aforo
era una gran hazaña, una nueva hazaña del Barón y muestra de agradecimiento por
parte del respetable hacia Barón Rojo. De hecho, tras haber presenciado
grandes eventos en este mismo lugar, no recuerdo una respuesta tan masiva y
sobre todo en donde se podía respirar un aire y ambiente festivo en donde nadie
paró ni un momento de corear, bailar, saltar y en definitiva vibrar una vez
más, quizás la última vez por tierras costasoleñas.
La banda dio uno de tantos saltos
en el tiempo, esta vez a los 90, con “Alí-Babá y los cuarenta”.
Otro tema, que no deja de estar de actualidad, por tanta saturación de emisoras
tipo jukebox o “hilo musical”. Al más puro estilo “Cuarenta
Criminales”, expresión cuyo cuño se le atribuye al productor y periodista Vicente
Mariscal Romero y referida con total evidencia al longevo programa en
principio de Cadena Ser y hoy día como cadena de radio, perteneciente al
Grupo PRISA, más preocupado de estribillos y melodías facilonas y
comerciales que de mirar por y para la difusión del rock.
Armando en un momento determinado
lanzó la pregunta al público: “¿sois malagueños malagueñas? ¿sois andaluces?
Pues sois un “Caso perdido”. Llevando el propio Armando en
ese momento el peso de la voz en dicho tema. A lo largo del concierto, se iría
apoyando o turnando, en dichas labores con su hermano Carlos.
A continuación, y tras comprobar
que no sólo los de aquí abajo sabemos hacer autocrítica del estado de las
“cosas” tan peculiar, en el que ha tornado todo en Andalucía, a niveles
políticos, sociales y por supuesto, todo esto materializado en aspectos
económicos, laborales o académicos. Tocaba repartir “zascas” para ese sector
que campa a sus anchas, en el “imperio sin ley” en el que algunos
pretenden sumirnos sin remisión, “Vampiros y banqueros”.
Armando, muy activo y
enérgico durante todo el bolo, recordó que “Se escapa el tiempo”.
Bromeando sobre el alto grado de calor que se había llegado a alcanzar,
especialmente arriba en el escenario, cerca de los focos: “han puesto el
ventilador de la Señorita Pepis”.
Poco a poco, Carlos va
entrando más en juego, intercalando voces con su hermano y compartiendo en
dicho aspecto más protagonismo y por supuesto, ambos muy concentrados a la hora
de doblar guitarras, solos y demás efectos, técnicas y recursos miles, que sustentan
sus veteranas hachas.
Con “Breakthoven” seguirá un bloque, que salvo alguna pequeña excepción ya no se saldrá del guion a modo de set list que abarca grandes temas registrados entre 1981 y 1985. Quizás, la mejor etapa y más brillante de la banda, al menos a niveles de reconocimiento internacional, porque la verdad sea dicha, sus trabajos siempre han tratado en cualquier época, formato o inclusive line up de la banda, dejar el pabellón tan alto, como cualquier artista experimentado de primera línea internacional. Otra cosa, que en esta “santa tierra” a la gente talentosa y con genio, se les valore y se les reconozca como merecen. Para eso están decenas de miles de almas, para recordarles que ellos han hecho mucho por la música, por los propios fans, varias generaciones de los mismos, allí presentes esa misma noche, porque Barón Rojo es parte de la historia de este país, como en su día apuntó Sherpa en la grabación en vivo de “Barón al rojo vivo” (1984).
A continuación, sonaría la
preciosa instrumental adaptada para la ocasión “El Barón vuela sobre
Málaga” que enlazarían con uno de sus grandes hits singles de
los 80, “El malo”.
Armando muy locuaz y
activo durante toda la noche, bromeó de forma ocurrente sobre la similitud
entre la semántica u origen del nombre de Andalucía y el siguiente tema que iba
a sonar: “Tierra de vándalos”. Y personalmente, como constante
sufridor de la burocracia, administración y el abuso del nepotismo y el despotismo
instalados en estamentos que los rigen, también vuelvo a insistir en este
punto, que razón por desgracia no le falta. Alargaría un solo de guitarra que
prácticamente sirvió para enlazar con “Flores del mal”. Al cual le
seguiría “Incomunicación”, otro tema del disco y
buque insignia de la banda por antonomasia “Volumen brutal” de
1982. Carlos asumiría una
especial relevancia y protagonismo por como encaró la canción con su armónica,
para darle ese toque tan bluesy y marca de la casa, como buen conocedor
del género blues y auténtica biblioteca andante de música donde los
haya. Para culminar este bloque “brutal” se despacharían con “Hermano del
rock & roll”. Tras dicho bloque, caería “Señor inspector”
de aquel magnífico “Tierra de nadie”, disco muy trabajado en
sonido y producción de 1987, al que quizás cierto sector de la crítica y
público no logró entender porqué tanto hastío y mensaje político implícito en
el mismo. Pero que el tiempo ha sabido valorar, probablemente incluso más, que
lo que en su día se llegó a hacer.
Una estupenda intro de Armando
y solo descomunal, marca de la casa, dio paso a otras de las fantásticas
instrumentales que popularizaron entre el público rockero, “Czardas”
de Vittorio Monti. “Con Botas Sucias”, uno de mis
temas favoritos y de cuantos no lo son, siguieron la estela y la sensación de
magia y energía positiva, traducidas en miles de palmas arriba y un anticipo de
los primeros guiños y medleys que ya; en dicho tramo, cercano al final
del concierto, irían ofreciéndonos. En este aspecto, pudimos intuir y disfrutar
un gran fragmento de “Born to be wild” de Steppenwolf. Era
sin duda, el momento de recordar a muchos músicos imprescindibles sin los que
la evolución y progresión de la música rock, no hubiera sido la misma,
era el momento de “Concierto para ellos”… “Por Janis, Lennon,
Allman, Hendrix, Bolan, Bomhan, Brian y Moon”.
El éxtasis colectivo sobrevino
con un single muy importante en su carrera, “Resistiré”,
todo un himno rockero estatal, que, por cierto, tiene una versión en inglés, “Stand
up” guapísima canción que pudo disfrutar el público anglosajón de aquel
año mágico 1982, de gira por las islas británicas.
Cuando el ambientazo se andaba
caldeando hasta límites insospechados de catarsis colectiva, la banda acabó
parando el tema “Cuerdas de acero” más o menos en su ecuador. Y
es que un fan se desmayó, pero afortunadamente la incidencia no pasó del
susto inicial generalizado. Y personalizado en el propio Armando que
insistió en pedir auxilio y luego tras comprobar que no había sucedido nada
grave afortunadamente. Y antes de reanudar el tema bromeó de nuevo sobre las
altas temperaturas que iban in crescendo con dicho fan: “te
dejaba el ventilador, pero no creo que te sirviera de mucho”.
El concierto estaba claro que iba
a superar las dos horas con creces, temas importantísimos en la trayectoria
de Barón Rojo se irían sucediendo, como por ejemplo “Hijos de Caín”,
en la cual Carlos asumió elegantemente el rol vocal.
El siguiente bloque y tema tras
tema, se irían enlazando y entremezclando canciones emblemáticas del grupo: “Los
rockeros van al infierno”, “Desertores del rock” y un
tema que en los últimos tiempos recuperaron con gran acierto, perteneciente en
su origen al primer disco, “El presidente”. Tras sonar “Casi
me mato”, estos grandes músicos del rock cantado en castellano,
agradecieron muchísimo la asistencia y disposición a la fiesta, por parte del
público, hubo espacio para las presentaciones y se despidieron, pero se intuía
que no sería una despedida definitiva.
Y efectivamente, tras un pequeño
receso, vendrían los bises y regresaron con bufandas, gorros y gafas a modo del
histórico aviador Barón Manfred Von Richthoffen, precisamente ejecutando
la canción “Barón Rojo”. De la manera más emotiva que nadie
podría imaginar. Pocas veces recordaba y por supuesto recordaré, recordaremos algo
así, pusieron los vellos como escarpias. Ya sí que se acercaba el final del
bolo, el final de conciertos históricos en Málaga y provincia. Aún cayeron
estupendas canciones del corte de “Son como hormigas” y el broche
especial lo pondrían con “Siempre estás allí”. Y sí que venía a
colación, porque el público de Málaga nunca faltó a la cita y esta si cabe era
la más especial, sus guitarras siguieron sonando inclusive ya fuera del
escenario, sonó el riff de “Barón Rojo”, Rafa, José
Luis, Carlos y Armando hablaron a través de sus instrumentos.
Agradecimientos especiales para Jaime
Ramírez y su staff de Tiritis Producciones, así como al
personal de la sala París 15, al equipo de Barón Rojo, con
especial mención a Mariano Vallejo y Miguel Sempere, sin
olvidarme de amigos muy especiales en todas estas historias entorno a Barón
Rojo, como Juan Carlos Laguna, Fede Acosta, Víctor Rodríguez,
Ignacio Jordán, Pablo Selma y Juanma Vázquez, así como a ambas formaciones
artísticas que nos regalaron su arte en una emotiva noche y decenas de
amistades que juntos, pudimos celebrar una vez más, una descarga histórica que
se recordará por siempre.
¡Hasta siempre Barón! ¡Larga
vida al Barón!
Links relacionados y de interés:
Tiritis Producciones: https://www.instagram.com/tiritisproducciones
Sala París 15: http://www.paris15.es
Web Oficial Barón Rojo: http://www.baronrojo.net
Archivos Red Baron Fan Club: https://redbaronfc.000webhostapp.com
Para aderezar momentos de ocio e ir planificando la asistencia a bolos futuros de esta gira tan significativa y especial en sí misma; mientras tanto, podéis disfrutar del programa especial temático que preparamos en La Factoría del Ritmo Radio sobre la banda, emitido por la emisora Arco FM, para la zona cantábrica y también en formato streaming para toda Internet: https://www.ivoox.com/33290809
Texto: Ferri
Fotos: MB Neave
Fuente: La Factoría del Ritmo.
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